El portavoz de la suspendida Batasuna, Arnaldo Otegi, cerró ayer las posibilidades de diálogo con el PNV tras la actuación de la Ertzaintza en la manifestación del sábado en Bilbao, aunque dio «un margen de confianza» a EA para que «no legitime ni un minuto más» al Gobierno Vasco.
Otegi compareció en una conferencia de prensa en San Sebastián, acompañado por el parlamentario vasco Joseba Alvarez, en la que criticó duramente al lehendakari, Juan José Ibarretxe, y al Ejecutivo autonómico -integrado por PNV, EA e IU-, después de que la Ertzaintza impidiera el sábado la manifestación convocada en Bilbao.
Otegi responsabilizó a Ibarretxe y a su Gobierno de los incidentes ocurridos en esta protesta, en los que, según dijo, no se produjeron «muertos» gracias a que «los organizadores y gente significativa de la izquierda abertzale se dedicaron a pedir calma a la gente».
Recordó, en este sentido, que la manifestación era «pacífica, silenciosa y ni siquiera llevaba pancarta» y que no se registraron altercados hasta que la comitiva llegó a la plaza Zabalburu, donde la esperaba la Ertzaintza formando una barrera que calificó de «muro de la vergüenza» dispuesto por Ibarretxe.
Según describió Otegi, en este punto los ertzainas les insultaron y les advirtieron de que les iban a «matar» a golpes, tras lo cual se produjo una carga policial en la que los manifestantes fueron «apaleados» y «machacados» y «decenas de niños» tuvieron que refugiarse en portales «con ataques histéricos, porque no entendían absolutamente nada».
El dirigente abertzale opinó que estos hechos constituyen la fotografía de un «estado de excepción», en la que «está primero el Gobierno neofascista de Aznar, segundo el Gobierno de Vitoria y tercero la Ertzaintza».