El Consejo de Ministros aprobó ayer el Plan de Acción para el Empleo 2002, que movilizará 13.164 millones de euros, el tres por ciento más que en el 2001, con el objetivo de beneficiar a 1'14 millones de desempleados. Este plan, el quinto y último de los previstos en la Estrategia europea de empleo, establece que se destinarán 953'93 millones a la formación continua, de la que se beneficiarán 2'6 millones de trabajadores, persiste en las medidas de apoyo a la contratación estable de los colectivos más desfavorecidos y en el apoyo al trabajo a tiempo parcial.
Según explicó el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, de los 13.164 millones que movilizará el Plan, 4.586'63 millones irán destinados a políticas activas de empleo. Entre estas políticas figuran la formación ocupacional (845'18 millones), formación para el empleo (497'75 millones), formación continua (953'93 millones), inserción profesional y fomento del empleo (1.251'06 millones) y otras acciones (1.038'71 millones). Además, se destinan 4.059'37 millones a otros programas, como son la formación profesional de base (1.925'86 millones), la renta activa de inserción (300'51 millones) y bonificaciones a la contratación (1.833 millones).
El ministro aseguró que el Plan de Empleo 2002 apoya activamente la participación de los mayores de 55 años en el mercado de trabajo, ya que incluye medidas para la puesta en marcha de políticas que incentiven su contratación y el mantenimiento de su actividad laboral. Además, el Plan dedica especial atención a las mujeres, dijo Juan Carlos Aparicio, quien precisó que las actuaciones se dirigen fundamentalmente a favorecer su participación en las acciones de inserción laboral. El Plan recoge la recientemente aprobada reforma de la jubilación parcial y el cambio en la forma de calcular la pensión, de manera que las personas que continúen trabajando después de los 65 años perciban una prestación mayor que la que les hubiera correspondido a esas edad.