El secretario general de UGT, Cándido Méndez, fue reelegido ayer en su cargo con un respaldo del 79'37 por ciento de los delegados asistentes al 38 Congreso Confederal. En su discurso de clausura, Méndez quiso desmarcarse de los partidos políticos, ya que «el trabajo de cada uno se lleva a cabo en distintos escenarios políticos» y apostó por recuperar la unidad de acción sindical con CC OO, olvidando «los resquemores del pasado».
El total de la votación fue de 612 votos a favor, 98 en blanco y 61 nulos. Méndez ha apostado para esta nueva etapa al frente del sindicato por la continuidad en la Comisión Ejecutiva, que se amplía de 11 a 13 miembros y que estará integrada, además de por Méndez, por seis hombres y seis mujeres.
Este será el tercer mandato de Méndez al frente del sindicato desde 1994. Aunque no hubo votos en contra el apoyo recibido por Méndez fue inferior al de hace cuatro años cuando obtuvo el 86'01 por ciento de respaldo. Para Méndez la situación de UGT, a pesar de haber recibido menos apoyos que en el anterior Congreso, es muy positiva. En este sentido, destacó la unidad de la organización, justificándola en que «compartimos una estrategia y una manera de concebir la vida».
En su opinión, este Congreso ha acreditado la capacidad de debatir y comprender la diversidad de opiniones en un proyecto común, es decir la pluralidad dentro de UGT. Ante el descenso del apoyo a su dirección en más de seis puntos respecto al 37 Congreso, reconoció que la composición de la Ejecutiva diseñada en este Congreso, con mayor presencia femenina, «es un paso en una dirección, ante la que puede haber reticencias» pero afirmó que lejos de inquietarle, estos resultados le estimulan.