Los líderes de las principales centrales sindicales de Balears, conjuntamente con otros líderes progresistas de las Islas, encabezaron la representación balear en la manifestación de sindicatos europeos que discurrió en la mañana de ayer por las calles del centro de Barcelona para exigir una Europa con pleno empleo y una mejora en la calidad laboral de los trabajadores.
Desde los mandatarios de CC OO y UGT, Josep Benedicto y Lorenzo Bravo, respectivamente, hasta el senador Manuel Cámara o el conseller de Treball, Eberhard Grosske, pasando por otros líderes sindicales como Rafael Pons y Antonio Vázquez, de USO, estuvieron presentes en el acto reivindicativo que concentró a unas 100.000 personas en la Ciutat Comtal, según reconoció la Guardia Urbana, y que contó con la presencia de más de medio centenar de personas representantes sindicales de las Islas.
En una jornada festiva, según reconocieron a este rotativo por vía telefónica los líderes progresistas, los representantes de Balears reclamaron como el propio lema de la manifestación indicó: «Más Europa sí, con pleno empleo y derechos sociales». En este sentido, el secretario general de CC OO de Balears, Josep Benedicto, señaló ayer tras la manifestación que «hemos venido a reivindicar ante la Cumbre Europea lo mismo que venimos reivindicando ante el Gobierno de la nación, una mejora en las condiciones laborales de todos los trabajadores europeos».
Por su parte, el líder de UGT-Balears, Lorenzo Bravo, destacó que el acto reivindicativo «ha sido impresionante por la lección de civismo y de democracia que los trabajadores hemos dado ante Europa». Bravo subrayó además que el deseo de los sindicatos europeos es «una Europa más social, en la que haya un mayor reparto de la riqueza y en la que no haya precariedad laboral». Igualmente, el secretario d'Acció Social de USO, Antonio Vázquez, comentó tras la manifestación que «hemos demostrado que es posible pedir una Europa social más justa para los trabajadores sin que se hayan producido incidentes ni cargas policiales en una marcha pacífica y normalizada que se contradice con la criminalización que muchos han querido mostrar en los últimos días a la opinión pública del mundo sindical».