El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, obtuvo ayer el respaldo de la Ejecutiva a su decisión de destituir a Rodolfo Benito como secretario de Organización y Comunicación, el «número dos» del sindicato, medida que provocó a su vez la dimisión de otros tres miembros del Secretariado. Fidalgo explicó que la Ejecutiva también dio el visto bueno al nombramiento de José Luis Sánchez como secretario de Organización, mientras que el área de Comunicación pasará a depender de la Secretaría General y será coordinada por los miembros del gabinete prensa.
Después de dos horas de discusión, la Ejecutiva ratificó la destitución de Benito con quince votos a favor y once en contra, lo que provocó la dimisión de la secretaria de Política Social y Migraciones, Paloma López; el secretario de Formación Sindical, Javier Fernández, y el de Servicios, Antonio Rey, quienes mostraron así su solidaridad con Benito y su desacuerdo con la decisión de la Ejecutiva Confederal. Según dijo Fidalgo en rueda de prensa, con esta remodelación se cierra un «proceso aparentemente complicado pero definitivamente sencillo», al tiempo que se mostró convencido de que su propuesta de remodelación «goza del respaldo de la Ejecutiva y del asentimiento y apoyo de la mayoría de las organizaciones confederadas».
Explicó que su decisión se basa en razones de «falta de sintonía», ya que, a su juicio, un equipo como el que forman el secretario general y el responsable de Organización y Comunicación «tiene que estar muy engrasado», algo que no sucedía debido a las críticas de Benito sobre la gestión de Fidalgo. El pulso entre Fidalgo y Benito comenzó el pasado 15 de enero, cuando el secretario de Organización y Comunicación criticó en una reunión del Secretariado la gestión del secretario general al frente de CC OO, al considerar que en el proceso de diálogo social es el Gobierno el que «marca los ritmos» de las negociaciones y no el sindicato.
El hasta hoy secretario de Organización y Comunicación, Rodolfo Benito, afirmó hoy en una rueda de prensa que su destitución «abre una quiebra sin precedentes en la historia de CC OO», ya que, hasta ahora, nunca se había producido una remodelación del Secretariado de CC OO entre congresos. Antes de la reunión de la Ejecutiva, el secretario general explicó a los 31 responsables de Federaciones y Uniones Territoriales del sindicato, reunidos durante más de siete horas en el Comité Confederal, sus razones para destituir a Benito.
Según Benito, en la reunión del Comité Confederal, quince responsables de Federaciones y Uniones Territoriales expresaron su oposición a la propuesta de Fidalgo y sólo diez abogaron por una remodelación interna, lo que es una señal de que «esta es una quiebra no deseada por la mayoría». Además, advirtió, hay que reflexionar sobre las tres dimisiones que se han producido y que «han debilitado a la mayoría y la capacidad de dirección del propio sindicato». Por su parte, el portavoz del sector crítico, Agustín Moreno, aseguró que la crisis abierta por Fidalgo es un «giro a la derecha» que no beneficia ni a la central ni a los trabajadores que representa.