La detención ayer de seis presuntos miembros de ETA en Burdeos, incluido uno de los supuestos responsables de los «taldes» de reserva Àngel María Cruz Arróspide, es una muestra más de la intensificación de la presión policial sobre la banda en el suroeste de Francia. La captura de Cruz Arróspide y de otros cuatro hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 24 y los 30 años, se produce tras una serie de golpes asestados a la banda en los últimos meses. Pero la operación en el piso ocupado por los etarras en el barrio de Bouscat de Burdeos es independiente del hallazgo de la casa-arsenal-taller cerca de Pau el pasado sábado, o de recientes detenciones, dijeron fuentes de la investigación. Tras semanas de vigilancia, la policía irrumpió ayer por la mañana en el piso, de unos 100 metros cuadrados, que Cruz Arróspide, «Gurutze», de 44 años, alquiló hace dos años en la quinta planta del edificio.
Tras detener a «Gurutze» cuando salía en bicicleta a comprar el pan como todas las mañanas, los agentes arrestaron a sus cinco compañeros, que dormían en colchonetas en el suelo y no se resistieron. La policía se incautó de tres pistolas-ametralladoras, un fusil de asalto, dos armas automáticas, un lanzagranadas de fabricación artesanal y varios detonadores. También encontró más de 7.000 euros, documentación en euskera, así como documentos de identidad falsos, desde carnés de identidad y de conducir hasta tarjetas francesas de policía y carnés de prensa. El ministro de Interior, Mariano Rajoy, dijo que los detenidos formaban grupos de reserva que estaban «en compás de espera» y listos para su «inminente» entrada en España. Rajoy precisó que los arrestados pertenecían al aparato militar de ETA y que «podrían haber constituido dos o tres comandos de 'liberados' (a sueldo) de la banda», y subrayó que es la primera vez que se actúa contra «taldes» en la reserva.
Los seis detenidos fueron trasladados a la sede de la policía judicial en Burdeos. Ninguno ha querido hablar y se estaba a la espera de la comprobación de huellas dactilares y otros datos para poder identificar a los cinco jóvenes. Cruz Arróspide había huido a Francia en 1988, según la policía española. Detenido por primera vez al año siguiente, quedó en libertad a los pocos días, aunque se le prohibió residir en el suroeste del país. Y en 1990 Francia denegó su extradición a España. Además de la operación en el piso en Bouscat, la policía registró otro apartamento en Burdeos, pero estaba vacío. Sólo se hallaron unos 100 gramos del explosivo «tolite».
La captura de los seis activistas se produce tras una serie de golpes asestados a la banda en Francia en los últimos cinco meses, que se saldaron con la detención de más de quince de sus miembros. En diciembre pasado en Auch fueron arrestados los responsables del adiestramiento de comandos en Francia, Juan Ramón Karasatorre y José Ramón Lete Alberdi. Los investigadores sospechan que estuvieron vinculados con la casa-arsenal y taller de fabricación de objetos-bomba descubierto la semana pasada cerca de Pau. Esos golpes fueron precedidos en septiembre por el arresto del grupo considerado como responsable de los robos de dinamita en Francia y encabezado por Asier Oyarzabal, «Baltza», jefe de logística de ETA.
Quinta operación contra la banda en menos de diez días
en Francia
Ésta es la quinta operación contra ETA después de que el pasado 23
de enero fuese detenido Alberto Rey Dormerq, alias 'Beto', por
gendarmes franceses en un control de carreteras rutinario en la
región de Las Landas. Las fuerzas antiterroristas francesas están
cerrando el cerco a la banda golpeándola en plena retaguardia,
donde, según los expertos, más daño pueden hacer las operaciones,
ya que es en pleno proceso de planificación de los comandos cuando
los terroristas se consideran más seguros. La segunda operación
tuvo lugar el pasado sábado cuando la policía encontró un arsenal
en una vivienda de Pau en el que los terroristas guardaban 800
kilos de dinamita Titadine y 350 de cloratita, además de un taller
para fabricación de explosivos a distancia. También el pasado
viernes se registró un piso franco de ETA en Toulouse, donde se
encontró numerosa documentación entre la que destacaba un fichero
sobre objetivos de la banda y al menos cinco fichas con datos
personales para la elaboración de documentos de identidad falsos.
La cuarta operación tuvo lugar el pasado martes cuando fue
descubierto un garage de ETA en el que la banda guardaba una
furgoneta y una troqueladora para falsificar matrículas.