La dimisión del secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, ha provocado reacciones. En primer lugar, en el seno del PSOE, el ala izquierda del partido cree que esta es una oportunidad inmejorable para recuperar vínculos con el PNV y alejarse de los populares. Este posible giro del PSE hacia los nacionalistas es lo que a su vez temen en el PP, ya que, a su juicio, pondría en peligro el pacto antiterrorista. El sector izquierdista del PSOE, en el que se enmarca el antiguo sector 'guerrista' y la corriente Izquierda Socialista (IS), cree que la estrategia llevada a cabo por Redondo Terreros no ha beneficiado al partido porque se ha entendido como una política seguidista del PP.
Este sector sabe que tendrá una buena oportunidad en el próximo Congreso extraordinario de los socialistas vascos, que intentarán aprovechar para «sintetizar» las opiniones de los distintos sectores del partido y para reforzar el discurso de izquierdas que, en su opinión, ha quedado diluido por el terrorismo.
La estrategia será intentar que los socialistas vascos recuperen su papel histórico y tiendan puentes con el PNV. No obstante, «para recuperar los puentes con el nacionalismo democrático se requiere que el PNV vuelva a las posiciones políticas que mantuvo hasta la firma de Lizarra», según explicó el portavoz de IS, Manuel de la Rocha. Del mismo modo, la concejal del Ayuntamiento de Madrid Matilde Fernández, cree necesario que el PNV abandone sus «tibiezas» y luche contra ETA.
En cuanto a las repercusiones que tendría sobre el pacto antiterrorista un cambio así en la política socialista, todos coinciden en que el acuerdo, suscrito hace un año por PP y PSOE, no tiene por qué correr peligro tras la dimisión de Redondo. Este es la principal preocupación que tienen en el PP. El portavoz, Rafael Hernando, reconoció el temor de su partido por que pueda llegar a ponerse en cuestión el pacto antiterrorista si, finalmente, triunfan las tesis de socialistas como Odón Elorza.