La Dirección General de Trabajo ha aprobado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Iberia que afecta a 2.515 trabajadores de la compañía pertenecientes a todos los colectivos. El Expediente afecta a 207 pilotos, 520 tripulantes de cabina de pasajeros, 13 oficiales técnicos de a bordo y 1.775 trabajadores de tierra cuyos contratos la compañía podrá extinguir hasta el 31 de diciembre de 2002.
Según se recoge en el citado ERE, «en todos los casos las bajas serán voluntarias», según las fórmulas recogidas en el Plan Social y Acompañamiento, es decir, mediante prejubilaciones, bajas incentivadas, recolocación diferida y reducción temporal de tiempo de trabajo. Asimismo, los trabajadores afectados serán declarados en situación legal de desempleo, según se vayan extinguiendo, suspendiendo o renovando sus contratos de trabajo dentro de la vigencia del expediente. Iberia se compromete también a comunicar mensualmente a la Dirección General el nombre de los trabajadores que se acojan a las medidas anteriormente mencionadas.
Trabajo reconoce que «no es competente para efectuar una valoración pormenorizada del proyecto empresarial» pero teniendo en cuenta esta perspectiva, asegura que de la información incluida en el expediente y, del informe de la Inspección de Trabajo, «se deduce la existencia de una situación de descenso en el volumen de la demanda de servicios de transporte aéreo y de encarecimiento de sus costes.
Respecto a los pilotos, desestima la suspensión de contratos que Iberia solicitaba por considerar que «una suspensión de contratos de las características y duración solicitadas no es una formula organizativa imprescindible para la puesta en marcha de la readscripción de los recursos humanos a los vuelos en función del programa de bajas que con esta resolución se autoriza». En cualquier caso, deja una puerta abierta a «medidas coyunturales». El SEPLA se mostró «satisfecho» por la aprobación del ERE por Trabajo ya que «elimina la discriminación» a los pilotos