El nuevo presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, tomó ayer posesión de su cargo. En su discurso, alabó la fuerza de Estados Unidos para combatir el terrorismo, y aseguró que la respuesta de su presidente, George W. Bush, no ha tenido que depender de los reparos del gobernador de ningún estado, a los que denominó «lehendakaris». Además, en su intervención rechazó la reforma de la Constitución.
Jiménez de Parga aseguró que, tras los atentados del 11 de septiembre, Bush ha recibido el respaldo unánime del Congreso para llevar a cabo una respuesta «con dureza enorme y fortaleza extraordinaria», sin que tenga que escuchar los reparos del «lehendakari de Oklahoma o Nevada», o sin que «los autonomistas de California» hayan dicho que se estaban invadiendo sus competencias.
Lo sucedido en Estdos Unidos, dijo, debe hacer reflexionar a España, porque ser un Estado fuerte haría más respetable a nuestro país ante la Unión Europea e Iberoamérica. Según dijo, es necesario para España un sentimiento constitucional que actúe como elemento de cohesión. El ejemplo a seguir, añadió, es el patriotismo nacional de EE UU.
El presidente del Constitucional rechazó una reforma de la Constitución en estos momentos, y, en todo caso, cualquier modificación debería contar con el mismo consenso que permitió la Carta Magna de 1978. Reclamó una mejor vertebración para España un reforzamiento del Estado, «donde se insertan como elementos constitutivos las comunidades autónomas». «Sin Estado bien vertebrado no hay Estado de Derecho», concluyó.