En un minucioso relato de los acontecimientos, el ex consejero de supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), José Manuel Barberán, dio su versión en el Congreso de lo acontecido el 16 de abril de 1999 en el consejo extraordinario. Confirmó que aquel día se pidió la intervención de Gescartera aunque no se aprobó porque, entre otras cosas, cuando se le preguntó «¿Tiene la certeza de que ha desaparecido el dinero?» no pudo ratificarlo. Confirmó que algunos miembros de la CNMV presionaban al director de Supervisión, David Vives, y que en una de las reuniones el ex vicepresidente, Luis Ramallo se «hizo eco de los quejidos de Gescartera». En un consejillo, Vives despertó los nervios de ex consejero José María Roldán cuando propuso dar parte del tema a la fiscalía. El ex consejero de la CNMV relató que en la reunión del Consejo del 16 de abril el entonces vicepresidente, Luis Ramallo, y los consejeros Pilar Valiente y José María Roldán se mostraron contrarios a la intervención.
Por su parte, el otro consejero presente, el subgobernador del Banco de España, Miguel Martín, se mostró extrañado por las discrepancias e incluso «nos regañó» por llevar un tema en el que no había consenso, dijo Barberán. Ante esta división, dijo Barberán, Fernández Armesto pidió la opinión del responsable jurídico y fue entonces cuando el secretario del Consejo, Antonio Alonso, ofreció «una visión apocalíptica de lo que podía suceder si interveníamos». En la discusión del Consejo sobre la intervención tanto el propio Barberán como Vives fueron preguntados si tenían certeza absoluta de que faltaba dinero, a lo que «ambos contestamos que no».
Mientras, el director de la oficina de La Caixa con la que operaba habitualmente la sociedad Gescartera, Miguel Prats, aseguró en la Audiencia Nacional que la CNMV y la auditora Deloitte and Touche nunca comprobaron si los saldos que les comunicaba la agencia de valores eran ciertos. Prats dijo que nadie del organismo supervisor, de la auditora ni de Hacienda requirieron ninguna información antes de la intervención de Gescartera en junio pasado pese a que, tras muchas trabas, la agencia presentó un documento en 1999 en el que justificaba un depósito de más de 4.600 millones.
De otra parte, y en un escrito remitido a la Audiencia Nacional que instruye el caso Gescartera el ex vicepresidente de la CNMV, Luis Ramallo, se ofrece a abonar los más de tres millones de pesetas que corresponden a los regalos que recibió del dueño de la agencia, Antonio Camacho. De hecho, algunos diarios publican hoy que Ramallo ya ha devuelto 1'5 millones.