La banda terrorista ETA celebró una asamblea tras conocer el resultado de las elecciones autonómicas vascas, celebradas el pasado 13 de mayo, en la que apostó por continuar con la violencia. En este marco, el consejero de Interior del Gobierno vasco, aseguró que se ha producido una «avalancha» de cartas a empresarios vascos solicitando el impuesto revolucionario.
Balza, en una entrevista concedida al diario 'Deia', confirmó que ETA celebró una asamblea en Bélgica tras las elecciones del 13 de mayo, en la que, según dijo, se planteó la preocupación de la izquierda abertzale ante «el gran daño que hace la lucha armada respecto al alejamiento de la sociedad vasca». El jefe del aparato político, Mikel Antza, llegó a apuntar la posibilidad de una nueva tregua, «pero se quedó solo».
«El resto apostó por la radicalidad, la contundencia», dijo. Balza no quiso plantear esta asamblea como una encrucijada, pero sí advirtió que la asamblea, una cita histórica puesto que ETA no las celebraba desde los años ochenta, ofreció un «triste balance». «Reproduce el mismo balance que antes con idénticas conclusiones erróneas», dijo.
Desde las elecciones vascas, ETA ha asesinado a cuatro personas. Pero la amenaza de ETA no se queda en sus atentados. Según explicó Balza, la patronal guipuzcoana, Adegi, ha denunciado que se ha producido «una auténtica avalancha de nuevas cartas solicitando el mal llamado impuesto revolucionario». La última remesa va dirigida «a profesionales medios, sin altos cargos y con cantidades no demasiado altas».