El ministro Àlvarez Cascos decidió entrar en la madrugada de ayer en el conflicto de Iberia con los pilotos. Cascos llegó a exigir a la dirección de Iberia que retomara sus vuelos. Tras una más que tensa discusión, la compañía aérea decidió reanudar la actividad con normalidad a las cinco y media de la madrugada de ayer. El ministro se basó en un documento que previamente había divulgado Aviación Civil y que rechazaba que Iberia suspendiera sus vuelos por motivos de seguridad para los pasajeros.
La suspensión por parte de la dirección de Iberia de todos sus vuelos se debió más «a una situación provocada por la situación de conflicto en el estado actual de huelga que por condiciones objetivas de falta de seguridad», según un informe elaborado por técnicos del Ministerio de Fomento. El informe del Ministerio de Fomento fue realizado tras la comunicación por parte del presidente de Iberia a la dirección general de Aviación Civil de que suspendían los vuelos ya que, con las dimisiones producidas en la dirección de Operaciones de la compañía, no se podía asegurar el control con las debidas garantías de seguridad.
Un equipo de Aviación Civil compuesto por el jefe de servicio de operaciones en vuelo, el del área de inspección y un director técnico realizó una inspección a las 22:30 de la noche del jueves en la sede de la dirección de operaciones de Iberia acompañados por el director de Operaciones y el de Producción de esta compañía. El informe señala que el director de operaciones de Iberia justificó la pérdida de confianza en la estructura organizativa al dimitir en un sólo día 60 cargos y ante el convencimiento de que en los siguientes días fueran llegando otros bloques de dimisiones.
Iberia justificó la reanudación de todos sus vuelos por el «cambio de actitud» de los pilotos dimisionarios, que han remitido cartas poniéndose a disposición de la aerolínea, lo que hace que desaparezcan las causas que provocaron la suspensión temporal de su actividad, según la compañía. La aerolínea que preside Xabier de Irala explicó que hasta las 3.00 horas, un total de 113 pilotos de Iberia (14 más de los que habían presentado su dimisión) habían enviado una carta poniéndose a disposición de la compañía para ejercer sus responsabilidades.