El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, pidió al presidente del Gobierno, José María Aznar, que cese a sus ministros de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y de Medio Ambiente, Jaume Matas, por los escándalos de corrupción en los que están envueltos. Sin embargo, Aznar aseguró que no cesará a ninguno de los dos. Llamazares acusó también al presidente de no practicar una política de centro, como presume, sino de actuar imponiendo su postura en los grandes temas.
Llamazares, que comenzó su discurso (plagado de referencias literarias e históricas) lamentando la «huida» de los diputados en las intervenciones de los grupos minoritarios, aseguró que el Gobierno comenzó bien la legislatura, pero los problemas se le acabaron acumulando: un ministro «sacrificado» en las elecciones vascas, otros dos investigados por la Justicia, la cuestión sucesoria presente y una gestión conservadora, que crea grandes contrastes sociales como el campamento de Sintel en el madrileño paseo de la Castellana. La política exterior fue muy criticada por Llamazares, y lamentó el apoyo de Aznar a la política de los Estados Unidos, al «presidente del pasillo de la muerte», George W. Bush. «No pensamos que llegaría tan lejos», dijo. También criticó el «estilo hosco» del presidente del Gobierno en la Unión Europea.
En lo que se refiere a las cifras económicas, recordó que, aunque las grandes cifras mejoran, el modelo económico es injusto. Además, la liberalización no ha dado los frutos deseados, y los beneficios han «ido a parar a manos de oligopolios privados amigos». La política económica del Ejecutivo, dijo, no promueve el empleo estable, ni hace más equitativo el reparto de la renta. Pero, sin duda, donde más duro fue Llamazares fue en lo que se refiere a la corrupción. Así, pidió el cese de los dos ministros afectados por el 'caso Ercros' y el 'caso Formentera', Piqué y Matas como muestra «de regeneración de la vida pública». El 'asunto Piqué', explicó, es sólo la punta del iceberg, ya que la verdadera corrupción política que se ha dado es la instrumentalización que el Gobierno ha hecho de la Justicia a través del fiscal general del Estado, quien para los golpes dirigidos al Ejecutivo.
Aznar aseguró que no piensa destituir a ningún ministro, recordó que ningún miembro de su Gabinete está imputado, inculpado o procesado y dijo que es excesivo atribuir a alguno de ellos actuaciones que no se corresponden con la realidad. El jefe del Ejecutivo dijo que Llamazares tiene la legitimidad de pedir las dimisiones que quiera, pero recordó que él es quien tiene actualmente la legitimidad de nombrar y destituir ministros y no piensa llevar a cabo ningún cese en su actual Gabinete. Para Aznar, es «excesivo atribuir a ministros en ejercicio del Gobierno acciones o situaciones que no se corresponden con la realidad». «No hay ningún ministro imputado, ni inculpado, ni mucho menos procesado en este Gobierno, y lo que no se puede hacer es intentar prejuzgar resultados de actuaciones, como su señoría ha hecho, o, mucho más, condenar o exigir responsabilidades por hechos que no se han producido en responsabilidades del Gobierno o de algunos ministros», añadió Aznar entre aplausos de los diputados del PP.
CiU reclama un esfuerzo para avanzar en el
autogobierno
El portavoz parlamentario de CiU, Xavier Trias, hizo un balance
«positivo» de su relación con el Gobierno, pero reclamó un esfuerzo
para avanzar en asuntos como el autogobierno de las autonomías y
las políticas sociales, por considerarlas «factor esencial» de la
cohesión de la sociedad. En su intervención en el debate sobre la
Nación, Xavier Trias ofreció su disposición y propuestas para
alcanzar un pacto de Estado sobre financiación autonómica y reclamó
mas nivel de autogobierno como «herramienta» necesaria para que
Catalunya "y otras comunidades" puedan ser «locomotora» de avances
económicos y sociales de España.