El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco decretó ayer prisión incondicional para los presuntos etarras Premin Sampedro Larrañaga y Jesús María Goikoetxea Karralda, detenidos tras el último atentado de la banda terrorista en Logroño. Ambos, que habían reconocido ante la policía haber tomado parte en el último atentado, cambiaron su versión ante el juez. El 'comando Xoxua' al que pertenecían había recabado información para atentar en Santander, Burgos, La Rioja, Alava y Zaragoza.
Además, el magistrado dejó en libertad sin fianza a los otros tres detenidos a los que tomó declaración, Gorka Astondoa Altuna, Nerea Hernández Sancho y Natale Landa Hervias. Sin embargo, ésta última ingresó en prisión por el 'caso Ekin'. De los siete detenidos el jueves por su vinculación con el 'comando Xoxua', sólo declararon estos cinco, ya que dos, los hermanos Aitor e Iván Astondoa Altuna, fueron puestos en libertad por las fuerzas de Seguridad sin necesidad de que pasaran a disposición judicial.
El juez Ruiz Polanco tomó declaración a los otros cinco, comenzando por Sampedro y Goikoetxea. El primero, como es habitual cambió la versión que había dado a la Policía y negó haber participado en el atentado cometido en Logroño. Así, se negó a declarar y se limitó a afirmar que es inocente, asegurando que su declaración policial se debió al temor que tenía por lo que le podía ocurrir a su novia, Natale Landa.
Sampedro reconoció a los agentes de la Policía tras su detención que había realizado numerosas informaciones para ETA y que había participado en la colocación del coche bomba de Logroño. Mientras, Goikoetxea utilizó el mismo argumento que Sampedro y justificó su declaración policial en que quería proteger a su compañera, Nerea Hernández, aunque sí admitió ante el juez su pertenencia a ETA. Goikoetxea aseguró ante Ruiz Polanco haber realizado informaciones para la banda y haber comprado un mapa de Logroño, aunque también cambió su declaración policial y negó haber colocado el coche bomba que hizo explosión el pasado día 10 en la capital riojana.
Según fuentes de la lucha antiterrorista, el comando disponía de un listado completo de los horarios de los ferry que comunican Santander con Gran Bretaña, lo que hace pensar, que estaban empezando a recabar información sobre ellos para cometer un atentado. Además, Sampedro reconoció ante la Policía tener información de cinco cuarteles de la Guardia Civil, los alaveses de Santa Cruz de Campezo, Laguardia y Labastida, el de Haro en La Rioja y el de Egea de los Caballeros en Zaragoza.