Miles de personas se concentraron ayer en silencio ante las instituciones del País Vasco en señal de condena por el asesinato del presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad, en unos actos en los que representantes del PP y del PSE-EE quisieron desmarcarse de los partidos nacionalistas. Cargos de PP y PSE-EE asistentes a algunas de estas concentraciones guardaron cinco minutos de silencio, tras lo cual dieron por finalizada su presencia en estos actos, mientras los representantes de PNV y EA continuaron la protesta otros diez minutos más. De esta forma, los cargos de PP y PSE-EE secundaron la convocatoria de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que llamó a los ciudadanos a concentrarse durante cinco minutos ante las instituciones, y se desmarcaron de la del lehendakari, que habitualmente dura 15 minutos.
En Vitoria se celebraron tres concentraciones. La más numerosa reunió a varios cientos de personas delante del Ayuntamiento. En esta concentración se produjeron incidentes verbales después de que los simpatizantes de PP, PSE y UA hubieran guardado cinco minutos de silencio y los vinculados a partidos nacionalistas quince. Tras terminar los cinco minutos de silencio, algunos de los concentrados increparon a los nacionalistas con gritos de «PNV, fuera» o «¿Dónde está Arzalluz?»
En Lakua se concentraron unos 200 funcionarios y cargos públicos delante del Gobierno Vasco, con la presencia del lehendakari Ibarretxe y varios de sus consejeros. Delante del Parlamento vasco se concentraron una centenar de funcionarios, encabezados por Atutxa. En San Sebastián, los representantes populares y socialistas, comenzaron a aplaudir y abandonaron también el acto a los cinco minutos. En Bilbao, también se celebraron concentraciones ante el Ayuntamiento y la Diputación Foral, así como ante la sede central del PNV, a la que acudió el presidente de este partido, Xabier Arzalluz.