Los registros están relacionados con la presunta trama de corrupción detectada en la delegación de Hacienda en Cataluña. El registro de las oficinas centrales del grupo Núñez, situadas en la calle Urgell de Barcelona, se inició a primera hora de la mañana y, pasadas las 23.30 horas aún no había concluido, mientras que el de Ibusa se llevó a cabo entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde.
Fuentes judiciales informaron de que la Fiscalía Anticorrupción, impulsora de estos registros, ha centrado su búsqueda en documentación contable correspondiente a ejercicios fiscales de mitad de los años ochenta a mitad de los noventa. La titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, Elisabet Castelló, que investiga el caso, sospecha que estas empresas «conservan» esa documentación contable y por ello ha autorizado los registros dos años después de abrirse las diligencias, según consta en un auto judicial.
La juez ha abierto piezas separadas especiales para los casos del grupo Núñez-Seteinsa y de Ibusa, y ha declarado el secreto de las actuaciones. Los agentes, pertenecientes a la brigada de delitos monetarios y adscritos a la Fiscalía Anticorrupción, también han registrado el domicilio particular de Núñez y las viviendas de dos ejecutivos del grupo inmobiliario.
Por su parte, Eduardo Bueno, que fue diputado autonómico de Alianza Popular en 1984 y candidato por este partido a la presidencia de la Generalitat en ese año, también estuvo presente en el registro de su empresa, aunque el empresario no está imputado en la causa. Tampoco está imputado en la causa el ex presidente del FC Barcelona, pero sí su hijo, Josep Lluís Núñez Navarro, acusado de utilizar sus influencias para que concediesen un crédito hipotecario al inspector fiscal implicado en la causa Manuel Abella.