El candidato a lehendakari por el PP, Jaime Mayor Oreja, anunció ayer que si su partido gobierna en el País Vasco tras las elecciones no defenderá el euskera. «Habrá un proyecto político global general que marque los objetivos colectivos sobre el desarrollo del euskera en el País Vasco», dijo. Insistió en que un futuro gobierno no nacionalista hará hincapié en la libertades individuales en asuntos como la educación y la cultura y aseguró que no habrá «un proyecto político totalizador» en torno al euskera y en que quien quiera y pueda aprenderlo lo hará pero quien no tenga un determinado nivel «no verá limitado su desarrollo profesional».
La policía autónoma «estará en primera línea en la lucha contra el crimen» y constituirá, dentro de la Ertzaintza, una «policía de proximidad especializada en combatir la violencia callejera». Mayor Oreja afirmó en conferencia de prensa que «esa será la gran aportación de la Policía Autónoma Vasca contra el terrorismo en los próximos años» e ironizó al afirmar que con un gobierno no nacionalista «habrá menos simulacros, menos helicópteros» y la Ertzainta tardará menos en llegar al lugar donde se haya producido un incidente de violencia callejera.
El candidato popular insistió en que, con un gobierno del PP y del PSOE basado en los valores de la Constitución y el Estatuto, «los plazos del fin del terrorismo se acortarán», a lo que también contribuiría que la lucha contra el terrorismo de ETA fuera «una política de la UE» ya que es un «fenómeno transnacional» que «vive» en un país y actúa en otro. Para el candidato la solución a ese fenómeno no son nuevas reformas legales sino las «actitudes» de jueces, fuerzas de seguridad, medios de comunicación y sociedad en general porque «con las leyes que hoy tenemos hay margen más que suficiente para ser eficaces» contra el terror.
La imposibilidad de acabar con ETA, afirmó, es «una de las grandes mentiras y coartadas» que se han contado al pueblo vasco «como justificación para alcanzar cosas diferentes». Mayor Oreja destacó la «crucialidad» de los próximos comicios autonómicos, que pueden suponer «cerrar la transición en el País Vasco», y se mostró confiado en que «haya una mayoría social por el cambio» porque «la sociedad española ha acertado siempre en sus grandes decisiones». Destacó que una elevada participación será el elemento clave para ese cambio en el País Vasco y negó que exista un riesgo de fractura social.