El Reino Unido ha confirmado oficialmente a las autoridades españolas que está dispuesto a retomar el diálogo sobre la soberanía de Gibraltar en el marco del llamado Proceso de Bruselas, una declaración firmada en 1984 por los dos países para establecer un proceso negociador encaminado a solucionar todas sus diferencias sobre Gibraltar. No obstante, Londres ha anticipado ya su actitud contraria a aceptar las propuestas Matutes, según explicó el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué.
El jefe de la diplomacia española reconoce que el Reino Unido «está en su derecho» negándose a aceptar el 'Plan Matutes' aunque considera que se trata de un «documento de trabajo» y, por tanto, no parece «razonable» rechazarlo en bloque aun entendiendo que haya aspectos que no sean «asumibles» para la parte británica. «Un rechazo en bloque no nos parece adecuado, pero no nos corresponde a nosotros determinar eso. El Gobierno británico está en todo su derecho para hacer los planteamientos que considere oportunos y a partir de ahí seguir dialogando», aclaró Piqué, quien se mostró abierto a hacer un planteamiento alternativo en función de cómo exprese Londres su rechazo al Plan Matutes. «Dependiendo de cómo manifiesten esta negativa o esta oposición, por parte española podrá haber un replanteamiento», admitió.
La oferta puesta encima de la mesa en 1998 por el que fuera ministro de Exteriores en la anterior legislatura, Abel Matutes, consiste en otorgar a Gibraltar un amplio estatuto de autonomía similar al de Cataluña y el País Vasco, preservar las peculiaridades financieras y fiscales del Peñón y una soberanía compartida durante al menos 50 años. «Si pudiéramos llegar a Gotemburgo con ese tema resuelto creo que sería un éxito», dijo Piqué.