Miles de personas, unas 20.000 según fuentes municipales, participaron ayer en la manifestación unitaria convocada en San Sebastián contra el atentado del jueves, en el que murieron dos trabajadores y otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas el edil socialista Iñaki Dubreuil, contra quien iba dirigido el coche bomba.
La marcha, que estuvo encabezada por una pancarta con el lema «Paz y libertad. ETA no», en euskera y castellano, partió pasadas las ocho y media de la tarde de los jardines de Alderdi Eder, entre aplausos y gritos de «Basta ya», «ETA, kanpora» (ETA fuera) y «Con los fascistas no hay de qué hablar».
El lehendakari, Juan José Ibarretxe; el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz; el secretario general del PSE/EE, Nicolás Redondo Terreros; el coordinador general de IU/EB, Javier Madrazo; la presidenta de EA, Begoña Errazti, y la dirigente del PNV Josune Ariztondo, iban al frente de la manifestación, junto a la mujer del edil de Ordizia al que ETA intentó matar.
También portaban la pancarta el presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa; el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza; la alcaldesa de Ordizia, Alejandra Iturrioz; Xabier Iraola, alcalde de Legorreta, donde reside uno de los heridos; el edil PNV-EA de Tolosa José Gurrutxaga; el líder de UGT de Euskadi, Carlos Trevilla; el de CC OO, Josu Onaindi; y la dirigente de UA Enriqueta Benito, entre otros.
Tras la cabeza, se encontraba un grupo de más de 200 empleados de la empresa Elektra y la contrata Beysa, en las que trabajaban los dos fallecidos y dos de los heridos, que permanecen ingresados en estado muy grave en el hospital Nuestra Señora de Aránzazu de la capital guipuzcoana.