La decisión de la Audiencia Nacional de liberar a tres encarcelados por el juez Baltasar Garzón en el 'caso XAKI' y el revocamiento por parte del Tribunal del procesamiento de cinco imputados por falta de pruebas, ha provocado las primeras reacciones. El ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas explicó que el Ejecutivo estudiará «en detalle» el auto de la Audiencia Nacional, «especialmente grave», ya que «lo que se deriva es el hecho de que ayudar, apoyar, vestir, alojar, proporcionar todo lo que es el aparato logístico a los terroristas pueda considerarse legítimo bajo la cortina de humo de una sociedad comercial». «Nos preocupa gravemente porque no nos facilita las cosas», concluyó.
Cabanillas aseguró que el Gobierno expresa «una preocupación, pero no es la preocupación de un presidente o de un Gobierno, no se trata de hablar de si se desbarata o no la estrategia del presidente, estamos hablando de algo mucho más importante». «¿Se está limitando la eficacia de los mecanismos del Estado de Derecho?». Esta preocupación, según dijo, se debe a las «serias dudas» que ha despertado la excarcelación de tres acusados en el 'caso Xaki'. «No circunscribamos el problema a lo que puede ser una estrategia del Gobierno, va mucho más allá», añadió, ya que «estamos hablando de un aparato internacional y de un aparato logístico de una organización terrorista».
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, cree que la decisión de la Audiencia Nacional demuestra que el juez Baltasar Garzón actúa más por impulsos políticos que por impulsos jurídicos, «y en el impulso político, evidentemente, está el ejecutivo español y están en concreto Aznar y Mayor Oreja». Egibar recordó que hace un año el ministro de Interior prometía rigor jurídico en la instrucción del caso Xaki, pero «todo eso ha quedado en nada constatando el fracaso rotundo del PP, en este caso con el acompañamiento acrítico del PSOE». «Se demuestra que la estrategia es ineficaz y es peligrosa porque pone en peligro la independencia del poder judicial, la independencia de poderes y, además, es contraproducente», señaló.