El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pasó ayer su primera reválida ante su propio partido que le sometió al Comité Federal, máximo órgano socialista entre congresos, para evaluar su gestión al frente de la formación. En su intervención, el líder socialista auguró que el fin del ciclo político popular está cerca y animó a sus compañeros a responder con acierto a las «grandes expectativas» que se crearon tras el XXXV Congreso de julio.
«Estamos viendo los primeros síntomas del fin de un ciclo político que se basa en una mayoría sustentada en lo que fue el agotamiento de nuestro proyecto y en una oposición que provocó una gran tensión política», explicó el líder socialista en su intervención. Ante esta situación y con el objetivo de recuperar La Moncloa en el año 2004, Zapatero instó a su partido a elaborar un proyecto desde la «cohesión interna» y a continuar desarrollando una «oposición útil» y cercana a los problemas de los ciudadanos.
Esta idea continúa chocando con algunas corrientes internas del partido como los guerristas e Izquierda Socialista. Según fuentes socialistas, la mayoría de las intervenciones que se produjeron en la primera reunión del Comité Federal tras el 35 Congreso destacaron que el partido va por buen camino y, en términos generales, alabaron el trabajo desarrollado por la nueva Ejecutiva. No obstante, los guerristas coincidieron en reclamar más contundencia en la labor de oposición, al igual que Izquierda Socialista.
Según Zapatero, los primeros síntomas del fin del ciclo político popular se empiezan a ver claramente ahora cuando se puede constatar que durante los cinco años que llevan en el Gobierno no han aportado «nada» en términos históricos y se han limitado a continuar con los «grandes proyectos alumbrados desde la Transición y plasmados en la Constitución». En su opinión, el único logro que puede destacarse de los populares ha sido «su dedicación profunda al reparto del poder económico», ya que no ha aportado «nada a España en términos históricos».