Cuando agricultores y consumidores todavía no han digerido la última subida del precio de los carburantes, Cepsa, la segunda operadora petrolera española, ha anunciado que sube 3 pesetas el precio del gasóleo y 2 en las gasolinas. Este alza, que los analistas no descartan que se extienda muy pronto al resto de las operadoras, tampoco hará al Gobierno modificar su actitud. El Ejecutivo da por concluidos los acuerdos con transportistas, agricultores y pescadores y asegura rotundamente que no adoptará medidas adicionales. Las organizaciones agrarias firmantes de los pactos el pasado octubre confían que su desarrollo se adapte a las nuevas alzas de precios.
Cepsa, que tiene una cuota del mercado de carburantes del 25 por ciento en España ha sido la petrolera que ha comenzado una nueva oleada de subidas de precios. Desde la medianoche de ayer en las estaciones de servicio de esta compañía se pagarán tres pesetas más por el gasóleo de automoción y dos pesetas más por el de las gasolinas súper y sin plomo de 95 y 98 octanos. Así el precio del gasóleo queda fijado en 123 pesetas por litro, mientras que el de la super se sitúa en 150 pesetas, el de la gasolina sin plomo de 95 octanos en 140 pesetas y el de la de 98 octanos en 154 pesetas por litro.
El ministro de Economía y vicepresidente segundo del Gobierno Rodrigo Rato, aseguró ayer que las ayudas y subvenciones del Estado a colectivos de transportistas, agricultores y pescadores para amortiguar los efectos de la subida del petróleo «son importantes y suficientes», por lo que se descarta la revisión de los acuerdos. En este sentido, afirmó que «algunos colectivos residuales que no se sumaron a los acuerdos y han mantenido posiciones injustificables, ahora plantean conflictos y tratan de utilizar a la sociedad como rehén».