La organización terrorista ETA asesinó a primera hora de la tarde de ayer en la localidad vizcaína de Durango al concejal del PP, Jesús María Pedrosa Urquiza de un tiro en la nuca en plena calle. Fueron al menos dos los activistas de la banda armada que participaron directamente en el atentado. Mientras uno se acercaba al edil popular por la espalda y le disparaba, el otro se acercaba en coche y le recogía para darse a la fuga. Los dos terroristas eran jóvenes, actuaron con la cara descubierta y el que efectuó el disparo era un hombre mientras que una mujer le esperaba en el coche.
Los hechos tuvieron lugar sobre la una y veinte del mediodía, cuando el edil popular de Durango regresaba a su domicilio en el barrio de San Ignacio. Jesús María Pedrosa había ido a ver un partido de baloncesto por la mañana, y posteriormente fue de «poteo» por los bares que habitualmente frecuentaba.
Tras lo cual y siguiendo el trayecto que realizaba habitualmente, regresaba a su domicilio, donde le esperaba su esposa y su familia para almorzar. Jesús María Pedrosa no llegó a entrar en su casa, en la confluencia de las calles Ermodo y Juan Antonio Abásolo se le acercó un joven, que según fuentes de la investigación, iba vestido de oscuro, y le disparó un tiro en la cabeza.
Pedrosa cayó al suelo y falleció prácticamente en el acto, mientras el asesino, que utilizó munición de 9 milímetros parabélum, salió huyendo por la calle Ermodo, hasta introducirse en un vehículo de color blanco que le estaba esperando con, al menos, otra persona en su interior, probablemente una mujer que también vestía de oscuro, según las fuentes de la investigación. El médico sólo pudo certificar el fallecimiento del edil.
Jesús María Pedrosa era uno de los cuatro ediles populares del ayuntamiento de Durango, era concejal desde 1987 y un antiguo militante del sindicato ELA, sindicato cercano al PNV. Junto con sus otros compañeros de consistorio, Juan José Gaztañazatorre, Juan Agustín Villafranca y Eduardo Barrutia había recibido numerosas amenazas de grupos radicales y de Gestoras pro Amnistía.
A pesar de todas las amenazas, Pedrosa Urquiza había rechazado llevar escolta porque decía que él se sentía seguro en su pueblo. Pedrosa contaba con 57 años de edad y constituye la quinta víctima de ETA desde que la banda terrorista rompió la tregua el pasado tres de diciembre. Aunque es el primer edil del PP asesinado tras el periodo de alto el fuego de los terroristas, constituye el séptimo concejal popular que ha perdido la vida a manos de la banda.