Euskal Herritarrok anunció ayer su decisión de acudir al Parlamento vasco sólo cuando se debatan cuestiones sobre su proyecto soberanista, lo que agudiza la situación de minoría que mantiene el Gobierno vasco PNV-EA en la Cámara de Vitoria. Aunque el lehendakari Ibarretxe había roto el pacto de legislatura con EH el 22 de enero, tras el asesinato de Fernando Buesa, EH había seguido apoyando en ocasiones puntuales al ejecutivo autónomo. La decisión de los 14 parlamentarios radicales de acudir sólo esporádicamente deja al Gobierno PNV-EA con sólo 27 escaños de los 75 que compone la Cámara.
Esta situación de minoría quedó ayer de manifiesto, al aprobar el Parlamento, con los votos de los no nacionalistas, una declaración en la que exige a ETA su disolución y al Gobierno autónomo que asuma su responsabilidad como garante de los derechos y las libertades.
PNV, EA e IU, que dejaron claro su apoyo a la exigencia de disolución de ETA, sin embargo se abstuvieron, al votarse conjuntamente este asunto con la petición al Gobierno Vasco de que asuma sus responsabilidades, propuesta ésta última que califican de reproche al Ejecutivo.
El anuncio de EH supone volver a la situación anterior a 1998,
cuando la formación abertzale sólo participaba esporádicamente en
en la Cámara.
El portavoz de EH, Arnaldo Otegi, anunció que su formación «no dará
la espantada» del Parlamento Vasco, pero tan sólo acudirá a este
foro cuando lo consideren oportuno y se debatan asuntos recogidos
en el documento «Acuerdo Nacional» que presentaron en las pasadas
autonómicas, es decir, lo relacionado con la llamada construcción
nacional.
Todos los partidos criticaron el alejamiento de EH de las instituciones, aunque mientras que el Gobierno central y los dos principales partidos de la oposición en el Parlamento Vasco, PP y PSE, insistieron en la debilidad del Gobierno Vasco, el PNV aseguraba que el ejecutivo es «perfectamente sostenible». El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, opinó que «estamos cada vez más cerca del final de la legislatura en el País Vasco o al menos del final del actual esquema de equilibrios políticos y se podría estar abriendo una nueva fase». El ministro afirmó que la decisión de EH «es un paso más en la explicitación de la ruptura del Pacto de Estella» y que éste «está siendo dinamitado por sus propios actores».
En la misma línea, el ministro del Interior en funciones, Jaime Mayor Oreja, auguró que la disolución del Parlamento vasco se producirá antes del año 2002, es decir, antes de lo que ha manifestado el lehendakari.
También el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, apostó por las elecciones anticipadas, ya que ante la «grave crisis institucional» que vive Euskadi, «es imprescindible dar la palabra a los vascos». Los socialistas vascos, aunque no pidieron elecciones, sí solicitaron al lehendakari que se someta a un voto de confianza. Nicolás Redondo también criticó al PNV, que, su juicio «ha fracasado en el objetivo de integrar a HB en la vida política normalizada y en el objetivo de la paz».