El arzobispo general castrense, monseñor Juan Manuel Estepa, que ofició ayer las honras fúnebres por el teniente coronel Pedro Antonio Blanco García asesinado por ETA, denunció que «personalidades espirituales» midan sus expresiones para no excederse en la condena de atentados y terroristas, que son «crímenes y criminales». Familiares, compañeros y autoridades militares y políticas rindieron homenaje al militar fallecido en el Patio de Armas del Cuartel General del Ejército.
El acto de las honras fúnebres del teniente coronel de Intendencia comenzó sobre las 11.00 horas. Posteriormente, diez compañeros del militar fallecido portaron a hombros su féretro hasta el centro del Patio de Armas, donde aguardaban familiares, amigos y numerosas autoridades políticas y militares. Les siguieron el presidente del Gobierno, José María Aznar, el ministro de Defensa, Eduardo Serra, el de Interior, Jaime Mayor Oreja, el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos y el Jefe del Estado Mayor del Ejército, general del Ejército.
A continuación comenzó la homilía en la que monseñor Estepa invitó a los presentes a esforzarse y no ceder a la tentación del «odio y la venganza» ya que, según explicó, «podría transformarse en el fruto que buscan quienes matan o quienes, de una u otra manera, amparan o legitiman a estos asesinos».
«Percibimos que el nivel de sensibilidad humana ante el respeto a la vida y a la dignidad de la persona se está degradando hasta el extremo de que no pocos, entre los cuales también algunas personalidades espirituales, acostumbran a medir milimétricamente sus expresiones por si pudieran excederse medio punto en la calificación moral condenatoria de actos y autores que deben ser calificados simplemente como lo que son: crímenes y criminales», señaló en alusión clara al anterior obispo de San Sebastián, Monseñor Setién.