Almunia, que precisó que la «mano tendida» es para el diálogo «antes y después de las elecciones», hizo una llamada al diálogo entre IU y el PSOE, dejando a un lado las discrepancias y haciendo «causa común» frente al Gobierno de Aznar.
En este sentido, el secretario general de los socialistas se dirigió al futuro candidato de Izquierda Unida solicitando la unión «en todo aquello en lo que podamos coincidir y tratando de amortiguar las diferencias que no siempre podemos superar». Según Almunia, la causa de que los populares ganaran las anteriores elecciones generales «se debió a las divisiones de la izquierda progresista».
Por ello, quiso lanzar al candidato de IU la oferta de diálogo y de actuación conjunta que ya dirigió en su día a Julio Anguita, al que deseó una rápida recuperación. El secretario general del PSOE pidió a Francisco Frutos «que haga ese esfuerzo de pensar que los progresistas no tenemos otra obligación que la de poner sordina en nuestras discrepancias y énfasis en nuestras coincidencias para ganar en las próximas elecciones» y acabar así con los «años grises» del Gobierno de Aznar.
Con esta propuesta, Almunia pretende aunar esfuerzos para lograr el objetivo de «representar políticamente a la mayoría de los españoles de centro-izquierda, poniendo al margen nuestras discrepancias», insistió.
Por su parte, Francisco Frutos respondió ayer mismo a su homólogo del PSOE, Joaquín Almunia, que si se materializa su oferta, serán los órganos de dirección de IU los que decidan si la aceptan o no.
También aseguró que «cuando llegue la oferta, si llega» la trasladará a los órganos de dirección de la federación, que la debatirán y tomarán una decisión al respecto, ya que él no tiene ninguna autoridad ni política ni moral para decidir sobre esta cuestión. «Como yo no soy ningún dictador, espero que los órganos pertinentes, la Presidencia Federal y el Consejo Político de IU, vean esto, lo debatan y luego decidan sobre cualquier cuestión», dijo.