De nuevo la violencia callejera hizo acto de presencia en el País Vasco cuando cuatro jóvenes encapuchados lanzaron entre seis y ocho artefactos incendiarios contra la casa cuartel de la Guardia Civil en la localidad vizcaína de Ondarroa. Como consecuencia de este ataque, resultó herido leve un agente. Las principales fuerzas políticas condenaron estos ataques, mientras que EH afirma que estos actos no tienen justificación política alguna, aunque no van a entrar a condenar estas acciones.
Eran la una y diez de la madrugada del sábado cuando cuatro encapuchados atacaron el cuartel de la Guardia Civil en Ondarroa, lanzando entre seis y ocho cócteles molotov. Un agente del cuerpo resultó herido leve. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, consideró que el ataque «no es más que una continuación y una consecuencia» de la campaña de los nacionalistas para que las Fuerzas de Seguridad del Estado abandonen Euskadi.
El representante de EH, Iñaki Antigüedad, afirmó que estos actos «no tienen justificación política», aunque añadió que no va a entrar a condenar estas acciones. Asimismo, negó que su partido esté dando cobertura a las acciones de kale borroka. El presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió a EH que «lo único válido es condenar la violencia» porque «la justificación y la no condena son inaceptables».