El Gobierno convocará el debate sobre el estado de la nación en la segunda quincena de junio, después de las elecciones autonómicas, municipales y europeas. Según informó el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José María Michavila, la fecha cuenta con el aval del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Poco antes de que realizase estas manifestaciones, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep López de Lerma, insistía en que su grupo respaldaba que el debate se celebrase antes de los comicios. Sin embargo, Michavila afirmó que Pujol le había transmitido al Gobierno la conveniencia de que se realizase antes del 13-J para evitar tintes electoralistas.
López de Lerma argumentó poco antes de entrar en la Junta de Portavoces que era más conveniente celebrar el debate sobre el estado de la Nación en los próximos días o semanas "posición que también respaldan el PSOE e IU" dado que el ciclo anual es el más conveniente para analizar el trabajo realizado por el Gobierno y para conocer los objetivos que se fija para los próximos doce meses.
Minutos después, y a pesar de las declaraciones de López de Lerma, Michavila subrayaba que Pujol le había transmitido su deseo de que se realizase tras las elecciones. Michavila indicó que el Gobierno, que tiene la iniciativa de convocar este debate, no quiere, por respeto al Parlamento, que el debate esté influenciado por el electoralismo.
Pero todos estos argumentos no sirvieron de nada ni a IU ni al PSOE. La portavoz de IU, Rosa Aguilar, indicó que la razón de la fecha no es otra que la de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, quiere que se celebre después de los comicios para que nadie vea «su bajada de pantalones» y cómo «se arrodilla» ante sus socios nacionalistas antes de las elecciones, con el coste electoral que ello conlleva.