El consejero vasco de Interior en funciones, José Manuel Martiarena, ha hecho caso omiso de las peticiones del presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, y se mantiene firme en su decisión de retirar la escolta a los altos cargos del PP el domingo, porque, está convencido de que «no hay riesgo de que les peguen un tiro». Mientras, las críticas a las quejas del PP continuaron desde el sector nacionalista, que no obstante, condenó las amenazas a las que han tenido que hacer frente estos días.
Martiarena aseguró que a pesar de las últimas amenazas a concejales del PP no cree que eso suponga un peligro contra «su integridad física» y dijo sentirse «dolido e insultado» con la actitud de Iturgaiz.
A su juicio, el PP está utilizando este tema «como arma arrojadiza». Tras indicar que su Departamento ha informado a los líderes del PP de las funciones de protección que se les va a prestar, añadió que la Ertzaintza no puede hacer nada contra las últimas amenazas, por lo que recomendó a los afectados que interpongan una denuncia ante las autoridades judiciales.
En su opinión, los que las llevan a cabo creen que con estas acciones van a lograr que el Gobierno central acerque antes a los presos