El 30 de junio de 2005 se aprobó en España, de la mano del Partido Socialista y tras mucho debate político, la ley que permite el matrimonio igualitario o entre personas del mismo sexo y todos los derechos que trae consigo para los contrayentes como la adopción conjunta, poder heredar de la otra persona o pedir una pensión de viudedad. Una ley que entró en vigor el 3 de julio y que ha permitido hasta el momento el enlace marital de más de 75.000 personas en España. En el caso balear, entre 2006 y 2023 se han casado 2.756 parejas del mismo sexo, según los datos disponibles de Ibestat; entre éstas Valeariano y Jordi; Sonia y Maya; y Toñi y Celeste.
Valeriano y Jordi
Se casaron el año pasado, el 8 de junio. «Hicimos una boda no tradicional en Esporles, con amigos y la familia más cercana», recuerda Valeriano. En octubre cumplirán ocho años juntos. «Fue una boda muy bonita, cada uno tuvo un padrino y una madrina, nos casó el alcalde del pueblo». Valeriano estuvo a punto de casarse hace 12 años con una mujer, pero acabó saliendo del armario y declarándose bisexual. Cono ció a Jordi en una ‘app’ de citas: «Quedamos para tomar un café y aquí estamos todavía», bromea.
Ambos venían de «relaciones tóxicas» y comenzaron a salir «sin etiquetas». Por eso, su boda se celebró bajo el hashtag #Senseprotocols. «No tiramos un ramo de flores, sino ositos; los detalles para los invitados no fueron los habituales; y la temática de la boda fue de un festival». Otro cosa que tenían clara a la hora de formalizar su compromiso era que «no queríamos casarnos en un municipio donde estuviera gobernando en coalición Vox», asegura Jordi. Viven en Marratxí, y Valeariano ha vivido muchos años en Calvià, donde siempre quiso casarse pero «con el cambio de gobierno, cambié de idea». Casados por amor, también lo han hecho «para tener un respaldo por si nos pasa algo, ya que tenemos los mismos derechos que un matrimonio heterosexual».
Sonia y Maya
Se casaron el 4 de octubre de 2024. La ceremonia tuvo lugar en el Jardín Botánico de Sóller y la celebración en Ca Na Susi. «Fue una boda oficial, no de pega, nos casó Carlos Darder, que debe querer tener el récord de ser el concejal que más bodas a oficiado», bromea Sonia. Ella es portuguesa y Maya hawaiana y alemana: «Nos conocimos el 8 de enero de 2022 en una cena con amigos en común. Fue amor a primera vista, desde ese día no nos hemos separado más de un día y medio», asegura Sonia. «Nuestras citas duraban tres días», añade Maya.
Al recordar su enlace dicen que «vino gente de muchos países, la madre de Maya habló en muchos idiomas distintos y les endosamos el muerto a nuestros amigos de que hablaran un rato cada uno». El encargado de llevar sus alianzas fue Cesar, el perro que tienen juntas. «Cuando llegué a Mallorca estaba metidísima en el armario. Para mi la Isla es mi hogar porque aquí puedo ser yo misma, siempre me han aceptado y se nota mucho el avance social. Hace 20 años se dio un paso importantísimo», apunta Sonia.
«España es un destino muy seguro para la comunidad LGTBI, aunque energúmenos hay en todas partes. En Hawái la cultura es muy hippie, la gente es muy libre y tiene la mente muy abierta, pero en Mallorca hay más parejas del mismo sexo. Seguramente porque también hay más personas en general», explica Maya.
Toñi y Celeste
Llevan juntas seis años, desde 2019. El 17 de junio de 2022 se casaron. Hicieron una boda muy sencilla en Algaida, el pueblo en el que viven. Se casaron en el ayuntamiento junto a sus familiares más cercanos y luego fueron a comer todos juntos. «Nos casamos para formar una familia», explica Toñi, pues cuando se comprometieron formalmente ella estaba en pleno proceso de inseminación y, de hecho, ya estaba embarazada. «Lo hicimos para que Celeste tuviera derecho como madre sobre el bebé, porque sin estar casadas tendría que haberlo adoptado y el proceso es más largo y tedioso. De este modo, Celeste podía ponerle el apellido a la niña».
«Íbamos a hacer una súper boda, pero yo estaba embarazada, no podía beber, tenía las hormonas locas, era mi tercer intento y llega un momento que no te encuentras bien», explica Toñi. Se conocieron en 2012. Celeste es propietaria de un Café-concierto en Cala Estancia, Mandragora. Toñi es cantautora y Celeste la contrataba para actuar. «Cuando nos conocimos nos caímos mal, es muy fuerte lo nuestro», bromea Toñi.
La vida quiso que años más tarde acabaran enamorándose la una de la otra: «Nos conocimos por la música, cuando estábamos solteras nos tomamos algo y empezamos a conocernos fuera del ámbito profesional». «Es muy importante que exista el matrimonio igualitario porque te permite tener derechos a la par de la familia de tu pareja», asegura Toñi; «se ha avanzado en derechos, pero aún hay que hacerlo en la mentalidad de la sociedad, sigue habiendo discriminación», añade Celeste.
PassarellNo hi ha problema ,poden fer lo que vulguin per es forat que vulguin. Es problema es sa promoció que en fan ,que cada desfilada fan coses que no haurien de veure es menors i se adoctrina a nes infants a ses escoles. Ja com dius es una cosa de cada un,es innecesari es show que monten. O pot esser.... que estigui planetjat per reducció de poblaçió autóctona que junt a s'abort i es feminisme han fet pols sa natalitat a tot Europa,pero es qui venen de fora de Europa tenen molt mes de 3 fills,es questió de matematiques,no fa falta tenir un doctorat per sabre que pasará.