Ironía teatral para reducir al absurdo el pacto PP-Vox

La Ley de Poe, en el contexto de internet, establece que sin una indicación clara de ironía, es difícil o imposible distinguir una postura extrema de una parodia de esa misma postura. La realidad social y política se ha vuelto tan extraña y polarizada que una escena como la que se ha producido este jueves en el Passeig de Sagrera de Palma bien podría ser de verdad.

Miembros de la ficticia plataforma 'Educar sin Suciedad ni Porquería, Ya!' han felicitado a la presidenta del Govern, Marga Prohens, por el pacto alcanzado con Vox, que permitirá «mejorar la vida en las Islas y serán un dique de contención para la porquería que nos viene de fuera y un muro para sacar de dentro la suciedad que ya tenemos», según ha defendido su portavoz frente al Consolat de Mar, luciendo una vistosa pulsera con la bandera de España y bajo un palio, como el usado en las procesiones. El resto de compañeras llevaban vestidos, gafas de sol y pamelas, imitando un estilo conservador.

«Gracias al acuerdo se comenzarán a tomar medidas para parar el efecto llamada de migrantes que vienen en sus barcas hasta nuestras hermosas playas para luego traer a sus hijos y saturar las aulas de las escuelas públicas que pagamos entre todos», ha proseguido en claro tono irónico. También se ha referido al problema de la vivienda que afecta a los docentes «porque los ocupas se quedan con ellas» o a la derogación de la ley de memoria democrática, que «justifica grandes atrocidades dentro de las escuelas y de los institutos y hace una revisión de la historia que no se puede tolerar en una democracia avanzada».

El pacto presupuestario supondrá «una bolsa de aire para las familias que desean escapar de la dictadura del catalán» a través del plan de elección de lengua y permitirá evitar que sus hijos estudien en una lengua «que cada vez habla menos gente, seguramente porque suena a ladrido». Contempla «medidas valientes para acabar con el adoctrinamiento educativo» y con las «hordas de maestros y profesores que se dedican a hacer política», ha señalado. «Además, se escudan en la ciencia para llegar a determinadas conclusiones o dogmas que hoy se empiezan a cuestionar: ¿Están seguros de que la tierra no es plana? Para sus aventuras catalanistas se escudan en otra pseudociencia: la lingüística. Un chiringuito en el que no se encontrará nunca a ninguna persona honesta y una 'ciencia' que les viene al dedillo para decir que el mallorquín es catalán», ha señalado la portavoz.

«Hemos venido a mostrarle nuestra admiración y a obsequiarle con esta camisa azul mahón, un símbolo de otro tiempo que ya fue y que está por venir (el falangista), en el cual la educación era una balsa de aceite y no había estas polémicas ni este adoctrinamiento pancatalanista», ha explicado la portavoz.

Cúmulo de disparates

«Esperamos que se haya entendido la ironía porque hay gente que entiende las cosas muy literales. Queremos demostrar el poco miedo que nos dan las amenazas de expedientes y la poca credibilidad de estos supuestos políticos», ha explicado tras esta teatralización la portavoz de la Assemblea de Docents, Marina Vergés.

«Un cúmulo de disparates solo se puede responder con un disparate más grande, no hay espacio para el debate mínimamente inteligente. Hemos dado la respuesta en función de la acción que ellos han hecho primero», ha añadido. Sus acciones, «siempre son en defensa de los ataques» de los que son víctimas los docentes. «En función de la agresividad tomaremos las medidas oportunas y todas están sobre la mesa», ha advertido.

Por su parte, el miembro de la asamblea Iñaki Aikart ha lamentado que el Govern haya usado la educación como «moneda de cambio» para poder aprobar unos presupuestos. «Un pacto con políticas que nos acercan a la ultraderecha y en el que la educación ha sido la más perjudicada», ha ahondado. Las medidas educativas pactadas entre el PP y Vox, ha sostenido, «se hacen en nombre de una democracia que reivindican, pero que en realidad les molesta» y con la intención de desviar la atención de los problemas reales.