La experta en fisiología del sueño Jana Fernández ofreció este martes una charla sobre descanso y bienestar en adultos, en el marco del Talent Sunset Palma 2025, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).
¿Cómo podemos dormir mejor?
El primer paso sería poner el sueño en el lugar que corresponde, priorizarlo. Hoy en día metemos en la agenda todo lo que queremos hacer a expensas de las horas de sueño. Tiene que ser una prioridad como comer bien o hacer ejercicio.
¿Por qué hay adultos que no pueden o no saben?
Por un lado, por un tema de educación; no nos lo han enseñado. Por otro lado, porque el estilo de vida que llevamos es contrario a una vida saludable. Entendemos a una persona de éxito como alguien que no tiene tiempo ni para comer.
¿Cómo repercute el descanso en nuestras vidas?
Repercute a todos los niveles. Se habla mucho del deporte como la polipíldora para todo, pero yo creo que la real es el sueño. Impacta en todos los sistemas, la memoria, el buen funcionamiento del cerebro, el sistema hormonal, en la renovación de los tejidos. Repercute a nivel personal, emocional y laboral.
¿Cómo descansar sin sentirse culpable?
Entendiendo que el descanso es necesario para la salud. Si tu médico te prescribe una medicación, no te sientes culpable por tomarla. Entonces, ¿por qué nos sentimos culpables por hacer algo que beneficia nuestra salud? El descanso no es de vagos, es necesario para que en los momentos de actividad seamos eficientes. No se puede mantener un nivel de productividad de 24 horas, para que la productividad sea real hace falta descanso real.
¿Cómo encontrar el bienestar en la era digital?
Las propuestas de vivir de espaldas a la tecnología son utópicas. La clave está en usar la tecnología de manera inteligente y no dejar que la economía de la atención nos maneje a nosotros. El teléfono móvil es como un bisturí te sirve para dar la vida o quitarla. Pasa lo mismo con el móvil, si nos dejamos usar por la industria que hay detrás de ciertas tecnologías es donde está el problema.
Algunos ya nacen cansados.