Fue el juez decano durante muchos años y le tocó lidiar con los peores casos de la corrupción mallorquina, por lo que podemos concluir que a Pedro Barceló le tocó bailar con la más fea. Sin embargo, siempre luce una sonrisa optimista, quizás porque ya jubilado ve los toros desde la barrera.
Con lo mallorquín que es, ¿quién nos iba a decir que era gaditano?
—Bueno, nací en La Línea de la Concepción porque mi padre estaba destinado allí. Y le diré más: llevo La Línea en mi corazón. Además, estoy seguro de que cuando se recupere el Peñón de Gibraltar será uno de los pueblos más prósperos.
A usted, en sus inicios en la Isla, le apodaban ‘el juez rojo’.
—Me consta. Era por haber pertenecido a Jueces para la Democracia.
Ha sido el único juez de la Isla elegido para trabajar en Bulgaria y Turquía.
—He trabajado mucho en el ámbito internacional y entre otras experiencias me gustaría subrayar que en representación de España gané tres proyectos de cooperación internacional, dos en Bulgaria y otro en Turquía, efectivamente.
¿Cuál era su cometido?
—Hacer propuestas legislativas para que ambos países adaptaran sus leyes a las normas de la Unión Europea, lo que es un requisito esencial para los países que han solicitado la entrada en la Unión. Se hicieron propuestas de ámbito Civil y Penal, pero destacaría las
de protección de las víctimas de delitos y de violencia de género.
¿Qué le parece el caso del fiscal general del Estado, García Ruiz?
—Se le ha dado mucho bombo y platillo. Es un caso grave de revelación de secretos, pero no hay que olvidar que la pena es una inhabilitación. Es una conducta extravagante porque no es correcto que un fiscal general envíe a un medio un mensaje privado.
¿Debería dimitir?
—El estatuto fiscal no le obliga a dimitir y hay que dar importancia al principio de la presunción de inocencia. Pero desde el punto de vista de la institución que representa me da la impresión que da mala imagen tener al fiscal general a las puertas del banquillo. Él sabrá qué hacer. Si está convencido de su inocencia no tiene por qué dimitir.
¿Es normal que borrara mensajes de su teléfono móvil?
—Yo creo que sí. El móvil es suyo.
Desde el Gobierno critican las decisiones judiciales.
—Es un tema grave, porque en una Democracia donde existen los tres poderes tiene que haber el máximo respeto. También hay que decir que aquí hay libertad de expresión. Si se ejerce sin insultar ni ofender, es correcto. Es lícito que un político diga que no está deacuerdo con cierta resolución judicial. Además, hay jueces que escriben en medios de comunicación y critican al Gobierno. Es libertad de expresión.
¿La Justicia está muy politizada?
—La Justicia, desde el punto de vista de resolver conflictos sociales, no está politizada. El ciudadano puede tener la tranquilidad de que los jueces aplican las leyes para resolver conflictos. El tema de la politización afecta a los nombramientos de altos cargos judiciales que se hacen en el Consejo General del poder judicial, que está elegido por el Congreso de los diputados. Que si bien representa a la soberanía nacional, en ocasiones se cuestiona su imparcialidad. Especialmente en tema de nombramientos y de informes de leyes, pero hay que tener en cuenta que los altos cargos nombrados no influyen en las decisiones de los jueces, que son independientes y no pueden recibir órdenes de los altos cargos.
¿Cómo se puede proteger a la UCO de tanta conspiración?
—La UCO es una unidad de élite de investigación en la Guardia Civil que somete sus informes únicamente al juez de instrucción. Actúa como perito y no puede ser inquietada en su trabajo porque se podría estar cometiendo un delito de obstrucción a la justicia.
¿Entonces?
—Creo que las personas con responsabilidades públicas cometen un grave error cuando opinan sobre el contenido de sus informes, porque no respetan la labor de investigación, pueden incurrir en alguna clase de ilícito penal y me da la sensación que en ocasiones hacen el ridículo porque la verdad termina saliendo siempre. Y fíjese que ahora con los últimos informes del señor Santos Cerdán están todos callados.
Con la que está cayendo no puedo dejar de preguntarle por Cerdán.
—Bueno, hay indicios claros de comisión de distintos delitos, pero hay que respetar de momento el principio de la presunción de inocencia.
¿Pedro Sánchez debe dimitir?
—Dada la situación política actual, es difícil conseguir una gobernabilidad adecuada. Como mínimo tendría que proponer una moción de confianza, pero me da miedo que para sacarla adelante llegue a pactos que sean muy inconvenientes para los intereses de la nación. Por tanto, no queda más remedio que convocar elecciones.
La Audiencia de Palma retrasa los juicios para dentro de cuatro años.
—Se debe al exceso de carga de trabajo que soporta, pero es una situación a todas luces intolerable porque el ciudadano no puede esperar este tiempo. Debe tenerse en cuenta que el trabajo del juez es complicado en cuanto suele haber varias partes en el proceso que ofrecen sus particulares versiones del asunto y el juez debe contrastarlas antes de resolver el caso. Ese retraso, por lo que sé, no solo afecta a casos penales, sino a la jurisdicción Contencioso Administrativa y la Social, y también a la Civil.
¿Qué se puede hacer?
—Incrementar el número de jueces para evitar la acumulación de asuntos, como se reclama desde hace años. Es el mismo problema que con los médicos de la Seguridad Social, con listas de espera para ser atendido son muy largas y también indeseables. De hecho, los médicos se han visto abocados a tener que hacer una huelga para mejorar sus condiciones laborales, que bien se lo merecen.
Cuentan que la tensión entre los jueces de Palma se puede cortar.
—A mi solo me consta que en la Audiencia, como está sobresaturada, hay nervios.
Vamos, que no se aguantan.
—No, de rencillas personales no tengo conocimiento. Pero en las salas las sentencias se deliberan por distintos magistrados y puede haber diversos pareceres.
¿Le está creciendo la nariz como a Pinocho?
—(Risas) Es normal que un juez esté tenso y en cierto modo angustiado cuando se le acumula la carga de trabajo que no puede resolver dictando sentencias como churros, sin estar debidamente razonadas.
NoeliaDeje, deje, ese caballero es inteligente, diligente y sagaz, haya sido juez, buzo o agrimensor.