La delegada territorial en Baleares de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), María José Guerrero, ha hecho este miércoles balance de la primavera y ha avanzado las previsiones para el próximo verano. La primavera finalizará y el verano se iniciará el próximo 21 de junio.
La primavera a punto de concluir ha sido la segunda más cálida en Baleares desde 1961, empatada con el propio año 1961 y 2001, siendo la más cálida la de 2020. La temperatura media en las Islas ha sido de 16,1 grados, suponiendo una anomalía de un grado. En el caso concreto de Palma-Portopí, se ha registrado la primavera más cálida en los últimos 47 años, desde 1978.
Así, la temperatura máxima de la estación se dio en Sant Antoni de Portmany, con 34,2 grados el 30 de mayo. En Mallorca, el valor más alto se produjo en Binissalem, con 33,9 grados el 1 de junio. Aumentaron considerablemente las noches tropicales.
Una primavera tan cálida va a dar paso a un verano muy caluroso y seco. Según Guerrero, «lo más probable es que, en el próximo trimestre, de julio a septiembre, se registren temperaturas más altas de las habituales y que la cantidad de precipitación sea inferior a lo normal, todo ello comparado con el período de referencia 1991-2020».
En un verano normal en Baleares, la temperatura media es de 24 grados, por lo que, en función de las previsiones de la Aemet, se alcanzarán valores medios de temperatura superiores al mencionado, con sus correspondientes noches tropicales y tórridas.
Si la primavera ha sido muy cálida, también ha sido muy húmeda, pues ha llovido un 30 % por encima de los valores normales. En el conjunto de las Islas, el promedio de la estación es de 108 litros por metro cuadrado. Finalmente, han llovido 140 litros. En el caso de Mallorca, las precipitaciones han sido un 28 % más de lo habitual.
Concretamente, se batió un récord de precipitación mensual de marzo en el aeropuerto de Palma, donde llovieron 115 litros por metro cuadrado, lo que representa cinco veces más de lo normal, con datos desde 1951.
Lo mismo ocurrió en Salines-Campos, con un dato mensual de 95 litros por metro cuadrado, siendo cuatro veces más de lo normal, con datos desde 1953. Lluc fue el lugar donde más llovió, con 190 litros por metro cuadrado, una anomalía del 116 % respecto a su valor normal.
No me lo creo