La Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (ABONE) ha denunciado este martes públicamente lo que considera una política municipal desequilibrada en materia de inspecciones en Palma. Según la entidad, mientras los establecimientos que operan con licencia son objeto de controles continuos y actuaciones policiales «desproporcionadas», se permite que actividades ilegales y sin regulación alguna sigan funcionando con total impunidad.
Uno de los casos que ABONE expone con mayor preocupación es el del local Brooklyn Club, que ha sido inspeccionado en varias ocasiones durante el último año sin que se haya impuesto ninguna sanción. Sin embargo, el pasado fin de semana el establecimiento fue intervenido de nuevo por la policía local, en un operativo que la asociación califica de excesivo, con presencia de agentes equipados con cascos y porras, alegando una posible infracción de la Ordenanza Reguladora de Emisiones y Horarios (OREHO) por niveles de ruido. Según ABONE, no existían antecedentes ni indicios objetivos que justificaran tal despliegue.
«Este tipo de actuaciones generan un agravio comparativo injustificable», sostiene la asociación, que exige a los responsables políticos y técnicos del Ayuntamiento que revisen estos procedimientos y eviten nuevas intervenciones que considera arbitrarias. En palabras de su presidente, Miguel Pérez-Marsá, «es fundamental que todas las voces, tanto de vecinos como de empresarios, se escuchen con el mismo respeto y se gestionen con criterios técnicos y objetivos, evitando actuaciones motivadas por presiones externas o denuncias reiteradas sin fundamento». «Resulta especialmente preocupante que, mientras se actúa con contundencia contra locales legales, proliferen en la ciudad actividades completamente ilegales», resume su comunicado.
La patronal del ocio denuncia que, mientras se aplica un estricto control sobre los locales con licencia, proliferan en la ciudad actividades ilegales, especialmente los llamados tardeos en restaurantes, cafeterías u otros espacios no habilitados para espectáculos musicales. Estos eventos, señalan, carecen de limitadores de sonido, seguridad, puertas de aislamiento y otras medidas exigidas por ley, pero no son objeto de las mismas inspecciones ni sanciones.
La asociación insiste en que no se opone a las inspecciones en locales legales, pero reclama que se aplique el mismo o mayor rigor a quienes operan fuera del marco normativo. La asociación exige al Ayuntamiento una rectificación urgente de su política de inspecciones y una actuación firme y coherente frente a las actividades ilegales que, asegura, «siguen creciendo sin control».
Igual que los mantearos, en España si eres español y haces las cosas como dicen, mal pero si eres de fuera puede hacer lo que quieras.