diada per la llengua

Miles de personas bailan por la cultura de Mallorca y dicen 'sí a la llengua'

La plaza Nova de Santa Maria ha acogido una multitudinaria Diada per la Llengua organizada por la Obra Cultural Balear y Joves per la Llengua

Los asistentes levantan el mapa cuatribarrado de Mallorca al final del acto central, marcado por los discursos | Vídeo: Alejandro Sepúlveda

| Santa Maria | |

La Obra Cultural Balear (OCB) y Joves de Mallorca per la Llengua (JMxLL) han llenado este sábado la plaza Nova de Santa Maria de  música y bailes tradicionales en una multitudinaria –asistieron miles de personas– Diada per la Llengua que, este año fue más crítica con la política lingüística actual y reclamó a la presidenta del Govern, Marga Prohens, que «cesen los ataques al catalán y no lo utilice como moneda de cambio para mantenerse en el poder». Las proclamas de la diada también pasaron por la memoria democrática y la saturación turística.

No fue casualidad que el hilo conductor de esta diada fuera una gran ballada popular, pues los bailes folklóricos son tradición que ha cobrado fuerza en los últimos años entre el público joven y veterano. El objetivo de los organizadores se ha cumplido: reunir a miles de balladors para «defender, celebrar y reivindicar la lengua y la cultura propias».

El presidente de la OCB, Antoni Llabrés, ha celebrado la respuesta masiva «para defender la lengua y la cultura en un momento delicado para el uso social del catalán y para rechazar las políticas regresivas del PP y de Vox». Aunque no se aventuró a dar una cifra, Llabrés calcula que fueron entre 10.000 y 12.000 las personas que acudieron a la convocatoria.

La plaza Nova de Santa Maria del Camí ha sido testigo de esta gran ballada con dos escenarios desde los cuales se han ofrecido más de seis horas de música gracias a la participación de seis grupos de música tradicional: Ramellets, Càrritx, Esclafits i Castanyetes, Al-Mayurqa, Sarau Alcudienc y Es Revetlers. Todos ellos tienen una amplia trayectoria en la música que acompaña al ball de bot de plaza en plaza por toda la Isla.

La fiesta de la cultura popular de la OCB ha arrancado a las 16.30 horas con las primeras actuaciones musicales, mientras el público no cesaba de bailar en el centro de la plaza. Al filo de las 19.30 horas comenzaba el acto central de la diada con la llegada de varias colles de xeremiers abriendo paso entre la multitud a los Gegants de Santa Maria. Para diversión de niños y mayores, después de los Gegants bailaron también la mulassa de en Gelat y sa Bubota, quien refrescó a más de uno con sus travesuras mientras subían al escenario el presidente de la OCB y las dos vicepresidentas, Aina Serra y Catalina Bibiloni; el presidente de Joves per la Llengua, Josep Buades, así como representantes de    STEI, CCOO, UGT, Acció Cultural del País Valencià y la presidenta de Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver.

El primero en dirigirse a las miles de personas que aguardaban ha sido Josep Buades, quien reclama al Govern que garantice el acceso al catalán a la población y lo exija en los puestos públicos «para que los ciudadanos podamos ser atendidos en catalán en la sanidad pública. En nombre de la población joven, reclamó «un cambio de modelo turístico, económico y medioambiental» y aseguró «los jóvenes y la sociedad civil estamos aquí más que nunca».

Por su parte, el presidente de la OCB, Antoni Llabres, se ha mostrado exultante por «esta nueva demostración de fuerza; el año pasado inundamos la plaza Mayor y el centro de Palma y hoy desbordamos la plaza Nova de Santa Maria con más determinación que nunca». Llabrés señala que «estamos aquí porque amamos nuestra lengua, porque queremos los mismos derechos que los hablantes de cualquier otra lengua» y ha mostrado su preocupación porque la lengua atraviesa una situación complicada. «Por eso, quienes la amamos no podemos rendirnos, es nuestra responsabilidad tomar conciencia y ser consecuentes en nuestro día a día, mantener el catalán con todos y en todo momento y situación». Asimismo, responsabiliza a los poderes públicos de esta situación de retroceso del uso social del catalán y pide al Govern que «abandone la confrontación lingüística, que no separe a nuestros niños en las escuelas por razones de lengua, que no ponga trabas al uso del catalán en la sanidad pública, que no pisotee nuestros derechos lingüísticos, porque es el Govern quien tiene la obligación estatutaria de garantizarlos».

Llabrés reclama políticas lingüísticas de promoción en todos los ámbitos, especialmente en la acogida e inclusión lingüística y cultural de los nuevos mallorquines. «Y, sobre todo, volvemos a pedir que rompa con la extrema derecha para frenar su discurso de odio contra nuestra lengua y cultura, que atenta contra la convivencia y la cohesión social». Llabrés, en ese momento, ha apelado directamente a la presidenta: «Presidenta Prohens: no utilice la lengua como moneda de cambio, por dignidad; no la convierta en el precio que paga a los extremistas que querrían hacerla desaparecer».

En el acto central de la Diada per la Llengua, el presidente de la Obra Cultural Balear no se ha ceñido a la cuestión lingüística, también acusa a los actuales gobernantes de «pretender destruir la memoria democrática y devastar el territorio». En este sentido, añadió que «nos duele esta Mallorca saturada y masificada, donde cada vez es más difícil vivir; no nos resignamos a ser espectadores pasivos de este proceso suicida que conduce Mallorca al colapso y pone en peligro nuestra continuidad como pueblo».

Llabrés ha instado a las miles de personas que se han dado cita en la plaza de Santa Maria a «frenar y decrecer, sin dilación. Necesitamos un cambio de rumbo, porque queremos vivir dignamente en nuestra tierra. Tenemos derecho. Estamos a tiempo, con más fuerza y determinación que nunca», asevera para terminar con un sonoro «¡Sí a la lengua! ¡Viva Mallorca!» que ha encendido los aplausos del público.

El músico ibicenco Victorí Planells y la vocalista santamariera Natàlia Tascón entonaron las primeras estrofas de La Balanguera y el público ha coreado el himno mientras un gran manto de banderas ondeaba en el aire.

Tras el acto central, la Diada per la Llengua ha continuado como había comenzado, con la ballada popular, esta vez de la mano de los veteranos Al Mayurqua y Sarau Alcudienc, mientras el público comenzaba a replegarse o bien disfrutaba de un tentempié en los puestos alrededor de la plaza, entre los que también había venta de material cultural.

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