Juana Maria Verger Martín es la tercera generación de su familia que se dedica exclusivamente al mundo de la algarroba, pero lejos de conformarse con el aprovechamiento tradicional, desarrolla nuevas recetas que han convertido el fruto del algarrobo en un producto gourmet. Primero se lanzó a comercializar la harina de algarroba, que cada vez más personas utilizan en la elaboración de sus pasteles. El resultado que se consigue no es una tarta de chocolate, pero se le parece, y es una alternativa para los intolerantes al gluten o a la lactosa y para aquellos que simplemente priman la salud, el producto ecológico y la circularidad.
Con su cocina convertida en laboratorio gastronómico la propietaria de Es Garrover de Mallorca, ha ido añadiendo en los últimos años nuevas recetas. Es la primera comercializadora de productos exclusivos elaborados con algarroba ecológica. «Queríamos dar valor a un producto de alta calidad, local y ecológico, con múltiples beneficios nutricionales y de Km 0», explica.
La pasta de algarroba (al estilo de las cremas untables elaboradas con cacao) fue la primera de sus creaciones atípicas y lejos de conformarse, hace ahora dos años lanzó su primera línea de turrones y tabletas de algarroba. «Yo soy muy de chocolate, pero una cosa es el chocolate y otra la algarroba, son cosas diferentes, aunque las gente las compare. Hacemos las tabletas de algarroba de octubre a marzo, es una línea limitada y exclusiva y hemos agotado todas las unidades», dice Verger Martín.
Con el precio del cacao disparado en todo el mundo por la crisis climática que afecta a los principales países de producción (Costa de Marfil y Ghana) la tableta de algarroba se agotó hace una semana. «Nos gustaría producir diez veces más, pero tenemos que cuantificar los pedidos porque no es lo mismo hacer 3.000 unidades que 30.000», relata.
El producto se vendía hasta ahora a 7 euros la tableta de cien gramos, aunque podría sufrir variaciones por la subida del precio del cacao. La harina de algarroba, la crema de algarroba, la salsa de algarroba y la línea proteíca dirigida al sector deportivo no contienen cacao, pero la crema de cacao es imprescindible hoy por hoy para seguir elaborando su tableta de algarroba.
«Cuando comenzamos en 2022 la manteca de cacao estaba sobre los 10 euros y ahora está aproximadamente a 40 euros el kilo. La tableta es espectacular y cada vez lleva menos manteca, pero necesitamos una grasa que nos ayude a hacer la función de tableta. Junto con el turrón de algarroba y almendra (que no lleva cacao) es un éxito rotundo. Si recibimos suficientes pedidos por anticipado haremos la inversión necesaria», dice Juana Maria Verger Martín,
Sus productos de algarroba son totalmente naturales, sin aditivos ni conservantes y se elaboran en un obrador de Mallorca. «El precio de la tableta no es barato, pero es producto artesanal, local y exclusivo, no tiene nada que ver con una tableta de chocolate industrial con azúcares», concluye.