En 2008, una expedición mallorquina se trasladó a Soria para localizar y, en su caso, recuperar los restos de Jaume IV. Aunque reciba una numeración real, Jaume IV de Mallorca, hijo de Jaume III y de Constança d’Aragó i d’Entença, nunca llegó a reinar y, tras una vida llena de aventuras y desventuras, falleció en 1375 en Soria, donde fue enterrado en el convento franciscano de esa ciudad castellana.
Aquel equipo arqueológico de 2008 pudo realizar una prospección con un georradar que determinó que en el subsuelo del solar que había ocupado el convento franciscano había un espacio vacío que podía corresponder a una cripta. Allí podrían encontrarse los restos de Jaume IV y, de hecho, se encontró una escalera de acceso. Sin embargo, se acabaron el tiempo y el dinero (en ese año estalló la crisis financiera), y el proyecto quedó aparcado, hasta ahora. En todos estos años, los impulsores no han dejado de hablar, comentar e investigar sobre la figura de Jaume IV, pero ha llegado la hora de pasar de nuevo a la acción en el objetivo de localizar sus restos.
Con la participación y la colaboración institucional (que lideraría el Consell), se espera que durante este año una nueva expedición arqueológica se traslade hasta Soria para continuar los trabajos paralizados en 2008.
Gabriel Ensenyat, doctor en Història y catedrático de Filologia Catalana i Lingüística General en la UIB, participó en la expedición de 2008 y también formará parte de la de 2025. Antes que nada, Ensenyat explica que «no podemos asegurar que encontraremos los restos de Jaume IV, pues ese espacio fue incendiado en el siglo XVII y en 1808, durante la guerra napoleónica. Se reconstruyó la iglesia, que era románica, pero lo que era el convento quedó convertido en un solar. La desamortización de Mendizábal de 1836 contribuyó aún más al abandono de ese espacio. Increíblemente, se trata de un solar en el mismo núcleo urbano de Soria, sin urbanizar, que continúa en manos de los franciscanos. De hecho, el primer trabajo que se hizo en el solar en 2008 fue la limpieza de hierbas y matas, a cargo de la brigada municipal. Podemos asegurar que existe una cripta y conocemos su ubicación, pero también podría ser que Jaume IV no fuera enterrado en ella, sino en una capilla, es decir, en otro punto del solar. Vamos a averiguar qué hay en la cripta. Desde luego, estaría muy bien encontrar algún elemento: una lápida, un sarcófago. Lo de los restos del propio Jaume IV en unas mínimas condiciones sería otra cuestión».
Ensenyat recuerda que «nuestra presencia en Soria tuvo una amplia repercusión en los medios de comunicación locales y había gente que se acercaba a mirar lo que hacíamos en el solar. Los círculos académicos de la provincia no tenían ni idea de la posibilidad de que un heredero del Regne de Mallorca pudiera estar enterrado allí, pero la verdad es que nos dieron las máximas facilidades para trabajar. También es verdad que nos insinuaron que si se encontraban los restos de Jaume IV, se quedarían en Soria, a lo que respondimos que lo justo, lógico y natural sería trasladarlos a Palma para que reposaran junto a su estirpe real: su abuelo, Jaume II, y su padre, Jaume III».
Siendo muy joven, Jaume IV participó en la batalla de Llucmajor (1349), donde su padre, Jaume III, el último rey de Mallorca, falleció luchando contra las tropas de Pere el Cerimoniós. El propio Jaume IV resultó herido y, junto con toda la corte real de su padre, fue recluido en el Castell de Bellver. De allí fue trasladado al Castell de Xàtiva y, posteriormente, a Barcelona, donde llegó a estar preso en una jaula de hierro. Allí consiguió escapar y marchó a Nápoles, donde se casó con la reina Joana I. Para la reina, Jaume IV era su tercer marido. Jaume no reinaba en Mallorca, pero era rey consorte de Nápoles.
Ensenyat señala que «Joana y Jaume no tuvieron descendencia y se separaron amistosamente. Tras dejar Nápoles, corrieron rumores de que Jaume había desembarcado en Sóller vestido de fraile para recuperar su reino. Lo cierto es que, tras la batalla de Llucmajor, nunca pudo regresar a Mallorca. Promovió diversas campañas militares contra Pere el Cerimoniós, a quien debía tener un odio visceral pese a ser primos. Con sus tropas, Jaume IV llegó a estar a 30 kilómetros de Barcelona, pero finalmente no pudo entrar en la ciudad y se retiró a tierras castellanas».
El catedrático destaca que «Jaume IV no pudo ser rey de Mallorca, pero su vida fue de auténtica película de aventuras: herido en batalla, encarcelado, enjaulado, huido, rey consorte de Nápoles, promotor de campañas militares y una muerte misteriosa. Todo ello, sin haber cumplido los 40 años. Pere el Cerimoniós aseguró en sus crónicas que Jaume IV falleció envenenado por unas hierbas. Lo que no dijo Pere fue si él mismo había sido el artífice de aquel envenenamiento».
Jaume IV murió sin descendencia y, pocos días antes de fallecer, hizo testamento en favor de su hermana Isabel, quien heredó así los derechos reales y ella misma se hizo llamar hasta su muerte reina de Mallorca. Isabel tampoco tuvo hijos y con ella se apagó la dinastía mallorquina. ¿Qué hacía Jaume IV, que había sido rey consorte de Nápoles, en un lugar como Soria, que en esa época debía ser poco más que un pueblo? Una hipótesis apunta a que el heredero de la Corona de Mallorca se estableció en un punto estratégico donde podría reunir a tropas catalanas, aragonesas y castellanas para intentar una nueva invasión de los territorios del odiado Pere el Cerimoniós.
PruneitorCatalanes hablando de HERMANDAD? 🚀😂😂😂😂😂😂 Mientras pretenden robarte TU CULTURA Y LA DE TUS ABUELOS. Abre los ojos el MALLORQUÍN, MENORQUÍN E IBICENCO NO LES IMPORTA LO MÁS MÍNIMO. Sabes lo que es NORMALIZAR ?HACERLO TODO CATALÁN Y QUE EL MALLORQUÍN SE OLVIDE... Anda y ahora me defines HERMANDAD... Te doy una pista Abel y CAÍN.