La propietaria de un piso okupado de la calle Rubí de Palma que días atrás cobró notoriedad mediática porque acudió a la Cabalgata de los Reyes con un cartel en el que anunciaba que vendía el estudio por 138.000 euros, ha sido denunciada por acoso ante la Policía Nacional por la okupa.
Según ha podido saber Ultima Hora, la mujer acudió a la Jefatura palmesana acompañada de su abogado, David Salvá, y sostuvo que era víctima de un caso de ‘mobbing’ inmobiliario. Según se relata en el escrito, «el 1 de septiembre de 2022 firmé un contrato de alquiler de la vivienda sita en la calle Rubí número 10, donde estoy empadronada con mis tres hijas menores de edad», y añadió que el juzgado de Instrucción número 6 de Palma instruye la denuncia contra ella por un delito de usurpación de inmueble ajeno.
El pasado día 5 de enero, según explica la ‘inquiokupa’, «doña Noemí Rotger compareció en el centro de Palma con un cartel en el que anunciaba la venta de su vivienda, en la que resido con mis hijas. Este hecho tuvo eco en los medios de comunicación locales (Ultima Hora) y nacionales».
La denunciante agregó que todo lo descrito ocurrió en plena Cabalgata de los Reyes Magos: «Antes lo insólito de ello los medios televisivos y periodísticos se hicieron eco del hecho y no dudaron en preguntar a la denunciada el motivo de comparecer como mujer anuncio en una Cabalgata de Reyes. La denunciada afirmó que lo hacía porque tenía okupas en su vivienda y quería venderla».
Acto seguido, en el escrito presentado ante la Policía Nacional, se desgrana que «el día 6 de enero acudió a los alrededores de la vivienda usada por mí la prensa y medios televisivos nacionales, a hacerse eco de la noticia y publicar más».
En la mañana del martes 7 de enero «acudieron de nuevo medios televisivos nacionales a la zona de mi vivienda. Me realizaron preguntas afirmando que estaba okupada la vivienda, afirmaciones que se sustentaron en las vertidas por la denunciada en los días anteriores».
Ese mismo día, la okupa indicó que otros periodistas volvieron a la casa: «La mera idea de que mis hijas menores de edad y yo nos viéramos en televisión siendo consideradas ‘como okupas’ provocó que el agobio pasara a convertirse en ataques de ansiedad de mi persona y de mis hijas menores». La okupa también relata que «un tal Joan» contactó con ella para saber si, a cambio de una compensación económica, se marcharía de la vivienda: «Tengo miedo a salir a la calle».