El Govern ofrece a los ayuntamientos de Baleares incrementar el número de años de residencia para poder optar a una Vivienda de Protección Oficial (VPO). La norma general que ha fijado por ahora el Ejecutivo es que la residencia mínima sea de cinco años, pero algunos consistorios quiere alargarlo para facilitar el acceso a un hogar, ya que este es uno de los principales problemas que tienen baleares. El Govern les ha dicho que sí. La escasa oferta y la elevada demanda han disparado los precios, por lo que muchas personas han quedado excluidas del mercado de la vivienda, ya sea en venta o en alquiler
Desde la Conselleria d'Habitatge del Govern han explicado a Ultima Hora que ya han recibido numerosas peticiones de diferentes consistorios de las Islas, ya que son conscientes de las dificultades por las que atraviesan sus vecinos. En este sentido, han recordado que el Ajuntament de Esporles ya ha aprobado esta medida por unanimidad en el pleno y exige un mínimo de siete años de residencia para poder optar a una VPO.
Cabe destacar que este jueves, 19 de diciembre, la presidenta del Govern, Marga Prohens, ha entregado las llaves de una promoción de 18 viviendas dotacionales en Esporles. Entre los beneficiarios hay seis mayores de 65 años y nueve jóvenes menores de 35 años. Como se ha indicado anteriorente, por primera vez se exigían más de 7 años de residencia en el municipio. En este sentido, Prohens ha destacado que este criterio está pensado «para dar respuesta a los vecinos, porque ahora sí, la política de vivienda se planifica para residentes».
Desde la Conselleria d'Habitatge han recordado que la norma establece que como mínimo son cinco años de residencia para poder optar a una vivienda pública en el caso de Lloguer Seguir, por ejemplo. Sin embargo, los ayuntamientos que lo soliciten podrán incrementar este tiempo, en función de las necesidades que consideren oportunas en cada caso.
La exigencia de residencia durante al menos cinco años para poder acceder a un piso de VPO o de promoción pública es una de las novedades de la política de vivienda del actual Ejecutivo. Sin lugar a dudas, las dificultades poder tener una casa o un piso se encuentran entre las mayores preocupaciones de los baleares. También tiene un impacto directo en la economía, ya que muchos temporeros rechazan venir al Archipiélago balear por el elevado precio de la vivienda.