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«Nadie quiere hacerle daño a esta persona pero tampoco queremos nada malo para nuestros hijos»

Los padres que han asistido a la concentración ante el Ceip Gabriel Janer Manila defienden sus razones para secundar la huelga que exige apartar al profesor condenado por acoso

Joan Andreu Juan, presidente del AFA que aglutina a la mayoría de afectados. | Pilar Pellicer

| Pla de na Tesa | |

Tratan de ser comedidos pero la preocupación se ve claramente en sus caras. Es la tónica general de las decenas de padres que se han concentrado, durante la mañana de este viernes, ante las puertas del Ceip Gabriel Janer Manila; el colegio del Pla de Na Tesa al que se reincorporó recientemente Miguel Roldán, condenado el pasado noviembre por acoso a un exalumno.

«Actuamos defensivamente, en defensa de nuestros hijos y de cualquier menor escolarizado en Baleares», lee en voz alta, Joan Andreu Juan, presidente del AFA que aglutina a la mayoría de afectados. No quieren que se cambie de colegio a Miguel Roldán, «porque trasladaríamos el problema a otra parte y no es eso lo que buscamos», sino que consideran que hay otras alternativas para apartar al polémico profesor de la docencia a menores de edad.

«Nadie quiere hacerle daño a esta persona pero tampoco queremos nada malo para nuestros hijos», asegura otra madre. Su hija tiene diez años, como la mayoría de los hijos de los presentes. Explican que han tenido que hablar con sus retoños para aclararles el tema «porque tienen miedo, es miedo», dice otra asistente.

El momento más tenso se produce cuando se les pregunta el porqué Roldán habría querido volver al mismo centro en el que tuvo el conflicto que ha acabado con una condena por acoso. Se hace el silencio. Las razones les incomodan y no quieren hablar más de la cuenta. Uno de ellos se anima a decir lo que piensa: «Nada más incorporarse subió una story, fotografió la puerta del centro y escribió 'tancant el cercle' y un corazón, se puede interpretar de muchas maneras pero es un gesto muy significativo», explica.

«Lo que nos preocupa es la condena por acoso, mi hija viene disgustada de clase, hemos tenido que hablar mucho con ella para explicárselo, esta escuela es pequeña y muy familiar, todos nos ayudamos; esto nos ha perturbado y no es lo que queremos, queremos estar tranquilos y no sabemos si esta persona tiene la capacidad para ejercer», describe otro testimonio.

«No es una persona muy equilibrada en base a los hechos que ha protagonizado», dice otra con más contundencia. Asegura que cuando su hija se enteró de lo ocurrido «salió contracturada de la tensión, tienen miedo porque saben que ha hecho cosas incorrectas. No me parece que él pueda ofrecer un entorno seguro para un menor», afirma.

«Esto no es correcto de cara a los niños, cada vez salen más cosas de este profesor y yo personalmente estoy muy preocupada, quiero que mi hijo venga tranquilo, que viene tranquilo porque yo le he dado tranquilidad, pero algo hay que hacer, yo creo que él no está bien como para dar clases a niños», dice la madre de otro alumno de nueve años.

La mayoría coincide en que su objetivo es apartarle de la docencia a menores de edad y que «una escuela de adultos sería una alternativa para no tratar con menores». Agradecen también que se les haya dado apoyo desde el Ayuntamiento para ceder Ca Ses Monges a los niños que no tenían hoy donde quedarse y que en la escuela se hayan anulado las actividades del día, además de no avanzar en las materias para que los pequeños no pierdan clase.

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