La Asociación Ningún Niño sin terapia, Autismo Mallorca, nacida hace ahora siete años para suplir las carencias que dejó entre las familias el cierre de la histórica Asociación Gaspar Hauser, busca especialistas para ampliar sus servicios en Palma.
Actualmente dispone de un local en el número 26 de la calle Joan Alcover, en el que ya ha abierto un taller de musicoterapia. «La idea es ir ampliando servicios para poder ofrecérselos a nuestras familias. En estos momentos tenemos 80 asociados pero también damos apoyo a otras 500 familias que no son socias», explica su presidenta, Mara Beier.
«Estamos buscando a logopedas, psicólogos y terapeutas ocupacionales autónomos que quieran colaborar con nosotros. Nos faltan profesionales y no hay manera de encontrar una solución», lamenta la presidenta de la asociación. Beier explica que dependiendo del grado de autismo, hay familias que llegan a gastar 900 euros en terapias en el mercado libre.
La asociación no busca contratar directamente a los profesionales, sino que apuesta por la fórmula de cederles sus espacios en Joan Alcover a cambio de que ofrezcan precios más asequibles para las familias que los que habitualmente se prestan en despachos privados. Los profesionales que quieran montar su propio despacho se ahorrarían así el pago de un alquiler.
Gaspar Hauser fue durante décadas el centro de referencia para las personas con autismo de Mallorca. Contaba con una escuela especial concertada en el terreno y ofrecía además ateción psicopedagógica individual y en grupo a los pacientes y un servicio de atención temprana.
Impulsado por tres familias con niños autistas que decidieron unirse en las dificultades, Gaspar Hauser estuvo operativo cuarenta años. La pérdida de los conciertos públicos derivó en el impago de nóminas a sus trabajadores. Tras una etapa final agónica, el 20 de febrero de 2019, la sede del centro echó formalmente el cierre después de perder el suministro eléctrico, también por impago.