El Consell de Mallorca ha puesto en práctica por primera vez en la isla un sistema de reciclaje in situ de asfalto deteriorado, un experimento que se ha realizado en varios tramos de la carretera vieja Palma-Inca (Ma-15A) y pretende supone una mejora ambiental importante. Desde la institución insular han detallado en una nota que no es necesario utilizar nuevos áridos de cantera, no se generan residuos y se evita una cantidad muy importante de emisiones que produce el transporte del material hasta la obra.
El reciclaje del asfalto se hace con un sistema llamado emulsión. Se trata de una técnica sostenible para rehabilitar firmes de carreteras, con una máquina que, con un único pase, consigue fresar el asfalto viejo para reconvertirlo en árido y luego lo compacta mediante el sistema de emulsión y lo vuelve extender encima de la carretera.
Todo el proceso se realiza en frío, lo que también evita las emisiones a la atmósfera de las plantas de asfalto que actúan a altas temperaturas. Durante dos días no se puede circular por el nuevo pavimento, tiempo que se requiere para garantizar la solidificación completa.
En el caso de la carretera vieja entre Palma e Inca se ha aplicado esta técnica innovadora en varios tramos de los municipios de Marratxí, Binissalem y Santa Maria. A lo largo de unos seis kilómetros se ha aplicado el asfalto reciclado con un presupuesto de 1,2 millones de euros.