El grupo de Vox en el Consell de Mallorca presentará este jueves una moción en el Pleno para pedir la dimisión del portavoz de Més per Mallorca, Jaume Alzamora, por lo que han considerado como una «falta de coherencia y ética» en la venta de su vivienda a una ciudadana extranjera. El portavoz adjunto de Vox en la institución insular, David Gil, ha apuntado que esta actuación de Alzamora le «inhabilita para ejercer funciones públicas», según ha explicado a través de una nota de prensa.
Para Gil, estos hechos revelan una «incongruencia insalvable» entre sus acciones personales y las políticas que él mismo promueve en su rol político. «Mientras Més defiende la restricción de la venta de inmuebles a extranjeros con el fin de combatir la crisis habitacional en Baleares, Alzamora vendió su propia vivienda a una ciudadana alemana por 650.000 euros», ha resaltado.
El representante de Vox ha incidido en que esta venta «contradice directamente» las medidas que su partido propone para proteger a los ciudadanos de Baleares del «aumento de precios causado por la especulación inmobiliaria extranjera». «Esta doble moral es aún más grave dado que, además de lucrarse con dicha venta, se ha construido un chalé con piscina en Artà, un municipio que ha prohibido la construcción de piscinas debido a la escasez de agua derivada de la sequía», ha añadido Gil.
Otra de las mociones que presentará Vox, insta al Pleno del Consell a «rechazar rotundamente» cualquier propuesta que contemple un concierto económico para Cataluña, al considerar que dicha medida «responde exclusivamente al chantaje de las fuerzas secesionistas por haber investido a Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña».
Asimismo, se insta al Gobierno de España a garantizar un modelo territorial «justo y equilibrado, que respete los principios de igualdad, solidaridad y unidad de todos los españoles». El portavoz de Vox en el Consell, Toni Gili, ha indicado que en los últimos meses ha habido un «deplorable espectáculo político» en el que los intereses de España y de sus ciudadanos han sido «nuevamente puestos en peligro por el chantaje de las fuerzas secesionistas catalanas».
«La posibilidad real de que se conceda un concierto privilegiado económico a la Generalitat, mal llamado 'cupo catalán', no responde a criterios de justicia o equidad, sino que es la constatación del ya de por sí régimen injusto autonómico agravado por la presión ejercida por los separatistas para asegurar, en su momento, la investidura de Illa como presidente de Cataluña», ha alegado. La última de las tres mociones pretende rechazar las «movilizaciones turismofóbicas impulsadas por la izquierda radicalizada».
Para Vox, estas movilizaciones promovidas este verano han sido impulsadas mayoritariamente por «sectores de izquierda» y habrían tenido un «impacto negativo» en el orden público y la economía local. De este modo, se insta a las autoridades a «tomar medidas» para prevenir «futuras alteraciones que perjudiquen a los ciudadanos y el desarrollo económico de la isla».
Gil ha manifestado que, este verano, Mallorca ha sido escenario de numerosas movilizaciones y protestas «promovidas por sectores subvencionados afines a la izquierda política», que han generado una «alteración considerable» del orden público, por lo que, desde su punto de vista, habrían «afectado negativamente tanto a la convivencia social, como a la imagen de la isla en el exterior».
«Estas movilizaciones, lejos de representar las legítimas preocupaciones de la ciudadanía, han sido impulsadas con claros fines ideológicos, al anteponer los intereses partidistas a los de la sociedad en su conjunto y para promover un clima de crispación y confrontación que ha perjudicado especialmente a uno de los pilares fundamentales de la economía como es el turismo», ha resaltado.
Además, ha puntualizado que la sociedad mallorquina «merece respeto y tranquilidad», especialmente en una época «tan crítica» como el verano, cuando el turismo, que representa una fuente de ingresos clave para la isla, «depende de un entorno estable y seguro».