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«Antes de los 14, ningún niño debería ver redes sociales»

El auge de problemas de salud mental en adolescentes está relacionado con el uso del móvil, por eso defiende que lo primero es educar a los padres

Merche Cimas, psicóloga especializada en adolescencia. | R.L.

| Palma |

Asegura en su página web que para un niño, un dispositivo móvil es un arma más peligrosa que un coche. La psicóloga Merche Cimas, especializada en adolescentes, no se cansa de repetir que las redes sociales son ilegales hasta los 14.

¿La vuelta a clase sin móvil servirá de algo?
—No es nuevo, en Primaria ya estaba prohibido y en Secundaria la mayoría ya no tenían. Es un paso más para dar argumentos a los padres con un ¿para qué te lo vas a lleva? Sirve para quitar presión a las familias y para que en horas de instituto, de 8 a 14, que es lo lógico, no lo tengan, pero al final el problema es que de 14 a 7 horas sí lo pueden tener. Tampoco hacemos mucho.

Más allá del móvil, ha dicho que hay que prohibir el acceso a las redes.
—Instagram, TikTok o Youtube está prohibido antes de los 14, pero Instagram ya tiene una triquiñuela si abres una cuenta ‘controlada por’ un padre o una madre, por eso encuentras perfiles de 10 años.

¿Habría que educar a la vez a los padres?
—Sí, porque si supieran el daño que hacen, no estaría pasando lo que pasa. Los niños lo quieren y se les da, sin ofrecer información alguna.

Muchos adolescentes usan Instagram para ligar.
—Instagram está tinderizado. Tengo muchas chicas en la consulta que a los 16 años ya te cuentan que poniendo según qué tipo de foto empiezan a recibir mensajes, medio pornificados. Por eso la clave está en formar a las familias porque los chavales intentarán saltarse la prohibición siempre.

¿A los 15 ya es maduro?
—Depende del niño, antes de los 14 ninguno debería ver redes. A mí hay madres que me dicen que sus hijos no tienen Instagram pero ven el suyo todos los días. Y les digo que es como si toma cocaína, pero solo un poquito. O lo asocio al alcohol, para que lo entiendan. Si sólo es media hora pero no dejan de ver bailes sexualizados, vidas perfectas o cosmética es algo que interiorizan, es como decir ‘le doy un poco de vino y así no le hará daño’, no está hecho para su edad.

¿Tiene relación con el aumento de problemas de salud mental?
—Está directamente relacionado con los trastornos de conducta alimentaria (TCA), por el tema de presión física corporal. Sobre todo les afecta a las chicas, que ven una mala imagen de sí mismas en plena creación de la identidad. Los chicos siguen más a youtubers, videojuegos, apuestas online, y ahora ya hay muchos que imitan discursos en contra de la igualdad o defendiendo que el éxito social es tener dinero, músculos y una chica guapa. Hay un tal Amadeo Llados que promulga que no hay que estudiar porque eres un looser (perdedor). Es demencial. Tiene una legión de chavales que le imitan y ya le han puesto demandas.

¿Son los jóvenes adictos al móvil o es simplemente un abuso?
—Da igual la etiqueta. Hay que entender que cuando un niño deja de estudiar, de pasar tiempo con la familia, de hacer deporte, jugar, leer, ducharse o descansar durante las horas del día ya es una conducta problemática. La línea está cuando te limita a tu vida. Y luego hay que saber cómo lo uso, porque si me paso tres horas de Spotify no son las mismas que con TikTok.

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