Las movilizaciones contra la masificación turística en Mallorca no han terminado. La plataforma «Menys turisme, més vida» ha celebrado este miércoles su cuarta asamblea abierta en Lloseta con la participación de más de 50 personas llegadas de toda la Isla para reorganizarse y continuar exigiendo un «cambio de rumbo» en el modelo turístico de Balears. Habrá nuevas acciones en otoño. Una posible fecha que se baraja es el 27 de septiembre, coincidiendo con el Día Internacional del Turista.
La asamblea celebrada en el Espai Rosa Ramon de Lloseta ha servido para hacer una valoración positiva de la manifestación del pasado 21 de julio, con la que lograron movilizar a unas 50.000 personas según los convocantes y a más de 20.000 según la Policía. Cada uno de los 12 grupos locales que integran la plataforma «Menys turisme, més vida» explicaron cómo se organizaron para la histórica manifestación pero también compartieron las «pequeñas acciones» que han realizado a nivel local en municipios como Sineu, donde denuncian que el popular Dimecres ya no es un mercado payés sino que se ha enfocado para turistas; en Artà, donde el colectivo surgió de un grupo de glosadors; o en Alcúdia, municipio en el que los activistas cortaron el tráfico en una calle principal, la incursión del mensaje en fiestas populares y masivas como el Much de Sineu, y otras acciones contadas por integrantes de Alaró, Manacor, Santa Maria, Esporles y Palma, entre otros.
La presidenta del GOB, Margalida Ramis, ha destacado el impulso que han dado a la campaña «Cambien el rumb» las alianzas creadas con otros colectivos afectados por las consecuencias del modelo turístico de masas, como las entidades agrarias, las que denuncian la dificultad para acceder a una vivienda, los deshaucios, o la precariedad laboral en la hostelería. «Pero no solo de las Illes Balears y de Canarias, sino que también nos han llamado desde Málaga, Barcelona, Cádiz y Cantabria», señaló Ramis.
Junto al portavoz de la plataforma, Jaume Pujol, y otros portavoces de la misma, pidieron que «no decaiga el entusiasmo por seguir visualizando los problemas generados como consecuencia del modelo turístico actual en Baleares y exigir medidas concretas para cambiarlo». En concreto, los grupos locales quieren tratar de influir en aquellas medidas legislativas que dependan de los ayuntamientos, la administración más próxima, mientras se organizan nuevas movilizaciones masivas.