El Consell Insular de Mallorca ha multado a una técnica del Departamento de Transparencia Urbanística del Ajuntament de Palma con 1,4 millones de euros por construir una mansión sin licencia en suelo rústico de una urbanización de Marratxí. Se da la circunstancia de que el área en la que trabaja la interina vela, precisamente, para evitar que proliferen las construcciones ilegales.
Según ha podido saber Ultima Hora de fuentes judiciales, el caso se descubrió cuando un vecino presentó una denuncia porque la pared del cierre de la parcela era más alto del permitido. Fue entonces cuando los funcionarios se encontraron con que en aquellos terrenos rústicos, donde se podía construir solo unas dimensiones contenidas, se había levantado una espectacular residencia de lujo de unos 700 metros cuadrados, más un sótano de 500 metros cuadrados y dos casas anexas de 150 metros cuadrados cada una. En total, pues, casi unos 1.500 metros. Se inició entonces un proceso sancionador y se concluyó que la propietaria carecía de licencia de construcción, final de obra o cédula de habitabilidad. Pese a todo, la mansión se estaba anunciando en algunas páginas de inmobiliarias de lujo por un precio de alquiler mensual elevadísimo.
Los problemas en la construcción, según ha referido en fuentes de la Administración, se sucedieron porque una empresa de fontanería que había realizado las instalaciones no cobró el dinero pactado y procedió a denunciar a la propietaria. Se inició entonces una proceso judicial. También transcendió que la mujer había tenido problemas con el arquitecto, que denunció un abuso de confianza y abandonó el proyecto porque no estaba de acuerdo con lo que estaba construyendo la clienta. Este profesional parece ser que tampoco recibió sus emolumentos.
«Soy técnica, no vengas»
Supuestamente, la interina le habría indicado al arquitecto que no era necesaria su presencia en la obra, durante la fase de construcción: «Soy técnica de Urbanismo, no hace falta que vengas». Así las cosas, el juzgado ordenó que una comitiva judicial visitara la casa de Marratxí, para confirmar los extremos de la denuncia de la empresa de fontanería. El acceso a la mansión se topó con algunos problemas, pero al final se comunicó a la propiedad de que si no les dejaban pasar se avisaría a la Guardia Civil y pudieron acceder.
El abogado de la empresa, al detectar en el interior de la residencia coches de lujo, solicitó que se identificara a los propietarios, para demostrar que se trataba de millonarios del Este que habían alquilado la villa. La investigación ha puesto de manifiesto que la interina tramitó la solicitud de obra, pero no la completó. Ahora, el Consell ha multado con 1,4 millones de euros a la infractora. La sanción se ha calculado en función de los metros de más construidos en aquella parcela rústica. Tendrá también que demoler para de la mansión.
Según las fuentes consultadas, para ser legal se deberían haber construido como mucho 300 metros cuadrados. La mujer denunciada que trabaja en el Departamento de Disciplina Urbanística de ses Avingudes lleva más de diez años en la plantilla y se le ha incoado también un expediente por otro incidente que no tiene nada que ver con la villa construida en Marratxí.
En este sentido, el problema legal que se ha detectado es que además del Ajuntament de Palma, la mujer prestaba servicios para el consistorio de Lloret de Vista Alegre y el de Valldemossa, y la ley contempla que es ilegal trabajar en más de una administración. El expediente incoado está siguiendo el procedimiento habitual en estos casos y los responsables de Urbanisme ya han sido informados. Si se confirma que trabajaba para tres ayuntamientos al mismo tiempo, podría ser despedida.