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MOVILIDAD

Crece la venta de motos y scooters en Mallorca: «La gente valora la facilidad para moverse por ciudad»

La cifra en la Isla supera la media nacional en comparación con el primer semestre de 2023, siendo los problemas de aparcamiento y movilidad los grandes agitadores del mercado

Imagen de unas motos expuestas en el concesionario Motos Salom de Palma. | F.F.

| Palma |

Moverse por Palma no es tarea fácil. Y menos, sobre cuatro ruedas. La falta de aparcamientos, el volumen de tráfico que rueda por sus calles y el elevado precio de los carburantes ha llevado a los conductores a valorar otras opciones más cómodas, prácticas o sostenibles. Y la motocicleta o el scooter se ha convertido en una solución socorrida y práctica. Eso ha hecho crecer el parque de vehículos de dos ruedas en la capital mallorquina y el número de plazas y espacios habilitados para su estacionamiento en el casco antiguo y las zonas más transitadas.

La moto se ha erigido en un recurso al alza para desplazarse a los lugares de trabajo o para profesionales que requieren de una movilidad constante. El crecimiento en la venta de nuevas motocicletas o scooters ha quedado patente en los datos que maneja el sector en Mallorca, correspondientes al primer tramo de 2024, desde enero y hasta junio, y que se comparan con el mismo tramo del pasado año.

Estadísticas

Las cifras son reveladoras, ya que según las cifras que manejan los fabricantes, en Mallorca se ha producido un aumento del 11'8 % en el número de ventas de motocicletas y scooters en esa franja, que alcanza el 12 % en las primeras y el 11'7 % en las segundas. Estos datos superan la media nacional (10'55 %), que es del 11'8 % en motocicletas y el 9'4 % en scooters.

Pese al incremento de ventas, los talleres siguen teniendo una actividad constante, pero las opciones de financiación o la compra de una primera moto han estimulado el movimiento en los concesionarios. Así lo plasma Luis Salom, uno de los gerentes de Motos Salom, uno de los negocios con más trayectoria en la Isla y servidor de una de las fábricas más potentes del mundo, Yamaha.

Atrás quedaron los problemas de suministros de piezas o de motos desde las fábricas de 2021, que llevó a muchos a tirar del stock en 2022 o 2023, o bien plantear largas esperas hasta disponer de un vehículo nuevo. «Ahora, la disponibilidad suele ser casi inmediata. En nuestro caso, entre dos y tres semanas de media», asegura Salom, quien confirma esa tendencia alcista en la venta de motos de toda gama, «especialmente las de 125 o 300 centímetros cúbicos, en cuanto a lo que es movilidad urbana. La moto grande -de alta cilindrada- ya es más de ocio, para el que es aficionado y disfruta de rodar. El cliente, digamos, de toda la vida», explica Salom, quien destaca a la hora de facilitar la venta el hecho de que el carnet de turismo permita conducir unos determinados modelos de moto.

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Entre los productos con mayor aceptación, además de por su precio, destaca «por seguridad y fiabilidad» la moto de tres ruedas, además de los scooters. «La tendencia va hacia comprar una moto más que un segundo coche, por comodidad en muchos casos», asegura el experimentado gestor, quien señala el peso de un perfil de cliente «que trabaja en el centro de Palma o se mueve mucho y no puede perder tiempo ni dinero aparcando».

Ventajas

Las opciones de financiación «funcionan», en franjas que comprenden periodos de tres años, una política en la que marcas como Yamaha han ampliado el abanico de posibilidades. Lo que más pide el cliente «es velocidad, pero sin perder de vista la fiabilidad y la seguridad, a lo que ayudan avances como el control de tracción o el ABS». Y entre los grupos de edad que se suman a esta tendencia, destacan «gente de más o menos 50 años o mayor, que cambian el coche por la moto, pero también siguen llegando los que compran su primera moto, los jóvenes y también cada vez más mujeres», apunta.

El ahorro en consumo de energía, con la moto eléctrica como nuevo estímulo, es otro argumento a favor del cambio a las dos -o tres- ruedas, al que se resisten los que prefieren conservar su moto y llevarla a unos talleres que «tienen trabajo de sobra los doce meses del año». Además, paralelamente se da la consolidación de un producto vinculado a la moto como son los accesorios (cascos, guantes, botas, chaquetas...) que representan la cultura que va más allá del vehículo a motor.

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