El Consejo de Dirección de la UIB ha pedido este miércoles a los miembros de la acampada por Palestina que desalojen el edificio del Rectorado, Son Lledó, que han okupado y donde se han encadenado, y que cumplan sus compromisos de mantener su protesta garantizando la convivencia universitaria.
La Acampada por Palestina de la UIB ha acusado al rector, Jaume Carot, de «complicidad del genocidio sionista» y un grupo de los acampados han ocupado Son Lledó, se han encadenado a sus puertas en protesta y han acusado a la institución de complicidad con el genocidio sionista, según han hecho público en redes sociales. Ante esta situación, el Consejo de Dirección de la UIB ha pedido en un comunicado que desalojen Son Lledó y ha manifestado su preocupación «por la deriva contraria a la convivencia universitaria que ha tomado la protesta», incumpliendo los compromisos asumidos por los propios acampados cuando iniciaron la protesta, el 17 de mayo.
Los acampados han hecho públicas varias exigencias, empezando por pedir la «desinversión en todas las empresas que financian el genocidio, entre las que destaca el Banco Santander vinculado con la UIB en oficinas, cátedras y contratos de investigación», afirman en un vídeo. También acusan al Rectorado de mentir en su defensa del derecho a la libertad de expresión, cuando han solicitado a los acampados la retirada de pancartas y Carot «ha minimizado los ataques fascistas a un miembro de la acampada precisamente por ejercer esa libertad de expresión».
Ponen de ejemplo a «otras universidades como la de Barcelona», que han exigido a la instituciones que corten todas las relaciones con Israel, y aseguran que «la UIB se ha decantado por el bando de la complicidad». El Consejo de Dirección de la UIB ha realizado un llamamiento a la convivencia universitaria y ha reiterado su compromiso con la paz y los derechos humanos. El rector, Jaume Carot, había invitado a los participantes de la acampada por Palestina a acudir a Son Lledó este miércoles, a las 14.30 horas, para explicarles los acuerdos adoptados en la sesión extraordinaria del consejo de gobierno que se celebró el lunes, pero «aproximadamente 20 minutos antes, un grupo de personas ha entrado en el edificio de Son Lledó y ha ocupado su entrada principal, encadenándose a las puertas». Carot y los miembros del Consejo de Dirección han intentado dialogar con ellos y pedirles que desalojaran el espacio.
El rector ha intentado explicarles el posicionamiento de la universidad, aprobado por unanimidad en la sesión extraordinaria del Consejo de Gobierno del lunes. El rector ha reafirmado que la UIB comparte los objetivos de denunciar las injusticias, levantar la voz y promover cambios significativos por la paz y los derechos humanos en Palestina, agradeciéndoles el compromiso con la causa palestina. Les ha explicado que la UIB tiene unas competencias y limitaciones legales que hacen que no se pueda comprometer a emprender actuaciones que queden fuera de su ámbito, que no tiene competencias «para calificar la situación en Palestina como un genocidio, independientemente de la percepción subjetiva que cada uno pueda tener sobre los hechos», y ha señalado que es la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas la institución que debe hacerlo.
El rector ha explicado que la UIB entiende que estos compromisos dan respuesta a las peticiones de los acampados y que ha cumplido todos los acuerdos a los que los acampados habían llegado con el Consejo de Dirección de la UIB, por lo que les ha pedido que ellos también los cumplan. Los compromisos de los acampados consisten en no trasladar las reivindicaciones al interior de los edificios y mantenerlas en el espacio de la acampada; no dañar las instalaciones y el patrimonio de la UIB, y permitir el normal funcionamiento de la actividad académica.
El rector ha pedido que la reivindicación de la paz en Palestina no quede enturbiada por actos vandálicos y la infracción de las normas de convivencia de la UIB, pero Carot no ha podido terminar su intervención debido a las constantes interrupciones, gritos e insultos proferidos por los participantes en la protesta, por lo que ha decidido poner fin al parlamento. Los miembros del Consejo de Dirección han escuchado todas las reivindicaciones planteadas por los manifestantes y les han insistido en que desalojaran el espacio. Ante estos hechos ocurridos en el campus, el Consejo de Dirección lamenta «que no haya sido posible establecer los mecanismos de comunicación y de diálogo con los representantes del colectivo de acampados por Palestina, a pesar del compromiso compartido en la defensa de la paz y los derechos humanos en Palestina»