El Govern ya ha elegido los puntos turísticos saturados sobre los que aplicará su plan piloto para monitorizar mediante «herramientas tecnológicas» los flujos de visitas que reciben estos lugares durante la temporada alta. Serán tres: Es Trenc, en Mallorca; Ses Salines, en Ibiza; y Cala en Turqueta, en Menorca.
Se trata de una iniciativa anunciada el mes pasado por la presidenta del Ejecutivo balear, Marga Prohens, y que debe servir para cuantificar con datos fiables la carga turística en determinadas zonas de las Islas. «Puntos calientes» en los meses centrales del año, tal y como los definió Prohens, cuya popularidad se ha disparado con el auge de las redes sociales y las imágenes que usuarios de todo el mundo cuelgan en sus cuentas de Instagram o TikTok.
Según pudo confirmar el conseller de Turisme, Cultura i Esports, Jaume Bauzà, «este mismo verano arrancaremos con esta prueba piloto y el año que viene esperamos que se sumen otros lugares para monitorizarlos y gestionar también allí los flujos de turistas».
Este plan piloto se ha presentado como una iniciativa en respuesta a la masificación de playas emblemáticas de Baleares que están sufriendo «un turismo masivo y el efecto llamada de las redes sociales, lo que lleva a una innegable congestión en los meses punta en temporada alta», alegó la propia Prohens para añadir que uno de los objetivos del plan es permitir una oferta «óptima» del transporte público para los visitantes, sean residentes o turistas.
El plan ya ha recibido críticas por parte de la oposición. Por parte del PSIB, Marc Pons, objetó que a pesar de todo lo positivo y aprovechable que pueda derivarse de estudios de este tipo, «lo importante son las decisiones legislativas y las normas que favorecen el incremento de la masificación».
Desde Més, su portavoz Lluís Apesteguia, criticó que el plan no atacaba la raíz del problema. «La política turística del Govern es la del Instagram, les preocupa que las fotos queden feas en determinadas zonas, pero a nosotros lo que nos preocupa es la vida de los ciudadanos de esta tierra y la experiencia turística, cada vez peor valorada».
Congreso de la Societat Civil
Por otra parte, el Fòrum de la Societat Civil continúa adelante con su agenda de actividades previas al I Congrés de Turisme de la Societat Civil, el cual tendrá lugar el 26 de junio en el Estudi General Lu·lià.
El encuentro pretende recoger aportaciones de toda la sociedad balear para atajar el problema de la saturación y sus organizadores insisten en su carácter transversal y aglutinador, abierta a todos los agentes sociales, económicos y políticos. También los hoteleros y el sector del alquiler turístico, con los que ya se han mantenido contactos en este sentido.
«La iniciativa está abierta a las propuestas constructivas de todo el mundo», señala uno de los portavoces del Fòrum, Jaume Garau, de Palma XXI. Especialmente, en un momento como el actual, en que «hay cierto consenso político de que hay límites». Para Garau, el mensaje lanzado desde el Govern en las últimas semanas puede suponer un hito en la gestión del turismo en Baleares y en la reconfiguración del modelo de actividad. «Si ya reconocen que la cosa se ha desbordado es un paso importante».
Otra de las portavoces del Fòrum, Margalida Ramis (GOB), incide en la importancia que reviste el hecho de que se ofrezca voz a todos los sectores, incluido el hotelero. Máxime cuando se trata de un importante actor al que se pide que participe para formar también parte de la solución.
«Algunos han cuestionado que se invitara a los hoteleros alegando que ya sabemos lo que dirán, pero queremos que estén de todas formas, se les escuche y que ellos también se dejen permear por todas las propuestas y opiniones que vayan surgiendo», señala Ramis para explicar que todavía existen importantes puntos de divergencia en cuanto a la magnitud del problema o las recetas a aplicar. «Hablan de gestionar los flujos, pero desde aquí proponemos precisamente disminuir la intensidad de esos flujos».